Las sociedades cambian. Mantienen líneas fronterizas de lo que les resulta admisible y lo que no, pero esas líneas se desplazan poco a poco.
He aquí un ejemplo estremecedor de dónde estábamos en 1967 (Barcelona) y una invitación a reflexionar sobre dónde estamos ahora.
(Vía El café de Ocata)
estoy de acuerdo en parte nada mas
ResponderEliminar¡Pues vaya comentario! Si al menos me explicaras con qué parte sí y con cuál no.
ResponderEliminarPero no debo quejarme. Aquí hay un lector. Sé bienvenido. ¡Y feliz Navidad!