jueves, 12 de noviembre de 2020

Tres monjes rebeldes (1944), M. Raymond

Es el primer libro de una trilogía que narra la vida de santos cistercienses. En este caso se trata de la semblanza de san Roberto de Molesmes, san Alberico y san Esteban Harding, que promovieron una reforma en el siglo XII de la orden benedictina. Es novela histórica. Es una invitación a la aventura interior, a imitar a unos caballeros "a lo divino" que querían ser santos y rechazaban la mediocridad. Es de aire juvenil (en buena medida, comparte ese aire de novela de "forja del héroe"). Es digna, es positiva, tiene interesantes reflexiones. Es un poco anodina. No hay mucha acción en esas vidas narradas. El autor se centra sobre los problemas de conciencia que esos monjes se plantearon al contrastar sus vidas con el ideal que sentían y la dificultad de realizar ese ideal. Los conflictos interiores de los personajes giran en torno al seguimiento más o menos literal de la regla de san Benito (casi cinco siglos anterior): si los monjes deben trabajar manualmente; si el trabajo en el escritorio puede sustituir al trabajo en el campo; si los monasterios pueden tener empleados; si deben albergar visitas de nobles, reuniones civiles; si las iglesias de los conventos deben ser hermosas y ricas o desnudas y pobres; si el color del hábito, la textura... Como son debates muy particulares de la vida monástica, resultan poco interesantes, casi repetitivos. Correcto y discreto. No voy a leer los otros dos. 3/5.