Casualmente un Anónimo que no soy yo (aquí, gracias Anónimo) me ha dejado un comentario pidiendo que hable de este libro y hoy lo he acabado. Así que va, para contentar las expectativas populares.
Debo aclarar primero que es el primer libro de Guardini que leo. Había oído tantos comentarios elogiosos sobre él que tenía a la vez curiosidad y desconfianza; cierta prevención ante lo culturalmente-correcto. Es una vigorosa llamada a hacer oración. Un libro no entretenido pero asequible, para iniciarse en el trato con Dios. No me atrevo a decir del todo que me ha gustado. Es demasiado sobrio.
El tono me ha recordado a lo que he leído de Benedicto XVI porque, aunque era un libro presuntamente divulgativo, se detiene a hacer precisiones o puntualizaciones terminológicas y se mantiene en un correctísimo nivel académico sin muchas concesiones.
Esta sobriedad me ha resultado antipática en las pocas páginas, casi al final, que dedica a la devoción a la Virgen María. Parece que van dirigidas sobre todo a corregir excesos y superar recelos y son, por eso, tan sobrias y comedidas que se hacen molestas. Sale uno de ellas como autorizado tratar a la Virgen más que animado a hacerlo. Pero este reproche no afecta al libro entero.
Debo aclarar primero que es el primer libro de Guardini que leo. Había oído tantos comentarios elogiosos sobre él que tenía a la vez curiosidad y desconfianza; cierta prevención ante lo culturalmente-correcto. Es una vigorosa llamada a hacer oración. Un libro no entretenido pero asequible, para iniciarse en el trato con Dios. No me atrevo a decir del todo que me ha gustado. Es demasiado sobrio.
El tono me ha recordado a lo que he leído de Benedicto XVI porque, aunque era un libro presuntamente divulgativo, se detiene a hacer precisiones o puntualizaciones terminológicas y se mantiene en un correctísimo nivel académico sin muchas concesiones.
Esta sobriedad me ha resultado antipática en las pocas páginas, casi al final, que dedica a la devoción a la Virgen María. Parece que van dirigidas sobre todo a corregir excesos y superar recelos y son, por eso, tan sobrias y comedidas que se hacen molestas. Sale uno de ellas como autorizado tratar a la Virgen más que animado a hacerlo. Pero este reproche no afecta al libro entero.
4/5.
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