Llevaba mucho tiempo queriendo leer esta obra; desde que, años atrás, leí la biografía de santa Catalina de Siena que escribió Sidgrid Undset. La Santa me había parecido humanamente extraña (sobre todo por sus ayunos increíbles y sus visiones) pero su mensaje era muy iluminador e incisivo.
El Diálogo me resultó áspero al principio, muy medieval y escolástico; nada que ver, por ejemplo, con la vitalidad de santa Teresa de Jesús (las comparo porque ambas son escritoras, místicas, mujeres y santas). Si el título de "Diálogo" implica una conversación entre Dios y Catalina, no es fácil imaginarse una conversación más impersonal. Habida cuenta de la vida llena de visiones, raptos místicos y hechos extraordinarios, esperaba un texto más apasionado, menos doctrinal y seco y sin embargo apenas hace concesiones: es hierático como una estatua románica. La Santa desaparece detrás de un mensaje de pedagogía espiritual. Pero las rigideces medievales se van suavizando poco a poco (o el lector se va acostumbrando) y el libro mejora. De hecho lo he leído entero.
Y resulta asombroso que una mujer casi analfabeta hable de la vida espiritual con tanta claridad y firmeza. Gran parte del libro es una explicación doctrinal bastante básica de algunos aspectos de la vida cristiana: la Eucaristía, la dignidad del sacerdocio, la comunión de los santos, la providencia de Dios, la tibieza...
Las referencias autobiográficas son imprecisas pero a veces se intuyen acontecimientos extraordinarios muy extraños. Me sigue resultando muy difícil hacerme una idea de cómo era santa Catalina de Siena.
3/5.
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