martes, 9 de agosto de 2011

El cura de Ars (1925 ?), de Francis Trochu


Las hagiografías, las biografías de santos, tienen el peligro de describir personajes imposibles.
El santo Cura de Ars, tal como se muestra en este libro, resulta un ser humano real (aunque con una personalidad muy peculiar y con patentes limitaciones); sin embargo es también un hombre heroico y, al fin, extraordinario.
Su parroquia era un pueblucho miserable pero él, cura humilde, encontró esa labor como una misión asequible, a su tamaño, y al entregarse a ella por entero se desbordaron los efectos: Ars se convirtió en lugar de peregrinación.
Los últimos capítulos se me hicieron pesados porque Trochu hace recuento de milagros y hechos extraordinarios que me distancian de una figura admirable pero extraña: Vinney es un hombre de una austeridad tremenda pero de una efusividad infantil. También la peculiar forma de ser del cura de Ars se agudiza en la vejez.
Además de un ascetismo de antología, impresionan su sencillez y su profundísimo amor a Dios. 4/5

1 comentario:

Los duelistas (videoblog de libros) dijo...

Coincido de lleno con lo que dice en la primera línea. Los santos de los libros, las pelis, el arte, son tan irreales que casi hacen creer que la santidad no es para uno. Aun así no dejan de interesarme. Desde hace algunos años busco algo sobre San Francisco de Asís. ¿Alguien ha leído algo bueno?
Luis