viernes, 18 de diciembre de 2009

El Mesías. Camino a Caná (2008), de Anne Rice


Me impresiona la soltura con que Rice contruye personajes y conflictos, porque la novela no tiene que ver con una vida de Cristo. Jesús es el narrador y los acontecimientos repercuten en Él, pero el Evangelio sólo "presta" el marco cronológico (vida oculta de Jesús, ayuno en el desierto, Bautismo, Caná) y a algunos de los protagonistas. Casi todo lo que aparece es invención de la autora.
Leí la novela con cierta aprensión: dice el adagio que sancta sancte tractanda (las cosas sagradas se deben tratar con el máximo respeto). Cuando Rice decide escribir un relato de ficción poniendo a Jesucristo como narrador, se obliga a reconstruir sus pensamientos y sentimientos respecto de un montón de acontecimientos de fábula: enamoramientos, enredos sobre bodas, envidias, rencillas familiares, disputas vecinales...
A veces parece que el narrador va a ahogarse en un mundo tan casero, tan estrecho, pero entonces la autora lo echa a volar con elegancia y fuerza, y el humilde carpintero se transmuta en Mesías, como quien se incorpora. Y la autora, en mi modesta opinión, sale bastante airosa del atrevido lío en que se había metido.
No está mal, aunque me gustó más la primera (el comentario, aquí). Lo que más me chocó en Camino a Caná es la manera en que presenta la elección de los primeros discípulos, un poco como sin pensar, como improvisando. 3/5.

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