jueves, 8 de abril de 2010

Pasión por la Verdad (2010), de Alfonso Sanz


Está muy desaconsejado mezclar la familia y el trabajo porque los problemas laborales traspasan entonces, inevitablemente, su ámbito propio. Pienso que también debe estar desaconsejado mezclar la amistad y el blog, porque cuando recoges la valoración del libro de un amigo puedes perder el amigo. Además es muy difícil mantener la ecuanimidad en la crítica.

Pues bien, este libro lo ha escrito un amigo mío, sacerdote, y sin embargo me atrevo a comentarlo... porque dudo de que pierda su amistad por este comentario y porque el libro me ha gustado y mi comentario no herirá.

Es un libro de religión: la Verdad de la que se habla no es la de Sócrates o Aristóteles, es Cristo. La Pasión por la Verdad es pasión por la sinceridad de vida, pasión por el amor y pasión por Cristo (todo casi como sinónimos). El tono del libro (haciendo justicia al título) es apasionado: cargado de retórica, de metáforas, ejemplos, comparaciones; muy denso, pero fácil y rápido de leer. Avanza el lector sin dificultad, a paso veloz, hasta que de pronto aparece, digamos, un cambio de rasante y una curva: al volver una línea el lector encuentra una afirmación sorprendente, una paradoja, algún atrevimiento intelectual. Entonces uno se lamenta de ir rápido y te ves invitado a reflexionar un poco más, a examinar esa afirmación osada.

El libro invita al realismo, al amor a la vida y al amor a Cristo.

Junto a las numerosas referencias evangélicas hay también abundantes alusiones literarias a las obras favoritas del autor. 4/5

3 comentarios:

Enrique Monasterio dijo...

Acabas de entrar en mi barrio, colega. Desde hoy te linqueo. http://pensarporlibre.blogspot.com/2010/04/otro-blog-para-mi-barrio.html

Anónimo dijo...

"Entonces uno se lamenta de ir rápido y te ves invitado a reflexionar un poco más".A mí me pasó lo mísmo y preferí leerlo "a poquitos",la forma es fácil de entender pero hay mucho fondo para asimilar.E

Mercedes Morado dijo...

Es un libro muy curioso. Lo he leído y no me he enterado ¿o si?