Es un manual de lo que se conoce como teología natural o, en otras palabras, lo que se puede afirmar sobre Dios sin aprovecharse de los contenidos de la fe. Trata fundamentalmente sobre la demostración de la existencia de Dios.
El autor sigue muy de cerca la filosofía de santo Tomás de Aquino, de quien pone de manifiesto ser un profundo conocedor.
El libro no es para especialistas pero no siempre es sencillo y, en cualquier caso, exige del lector una mínima base filosófica. Tiene una primera parte que me pareció especialmente interesante sobre la apertura natural del hombre a lo religioso. Sigue luego una presentación de las pruebas de la existencia de Dios y, finalmente, qué se puede decir sobre cómo es Dios desde la filosofía.
Dentro de la dificultad de algunas de las cuestiones que intenta explicar, el autor me ha parecido un buen divulgador, un filósofo con afán de claridad. 4/5.
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