Aunque disfruté en su día con El hobbit y El señor de los anillos, no fui capaz de leer sino algunos capítulos de El Silmarillion (me gustó mucho, eso sí, el relato de la creación que incluye).
Había perdido el interés por las obras menores de Tolkien o las inacabadas. Hasta que leí algunas críticas favorables de Los hijos de Húrin. Entonces me interesé por si podía recomendar su lectura a gente joven.
Se trata de una historia legendaria (muy anterior a la época en que se sitúa El señor de los anillos, en términos tolkianos) que Tolkien dejó muy esbozada y su hijo Christopher ha terminado de “aliñar”.
El comienzo de Los hijos de Húrin me asustó un poco porque introducía muchos nombres de personajes distintos y muchas precisiones topográficas. Luego, quizá a partir del capítulo tercero más o menos, ya se ve que la historia es coherente y tiene protagonistas y las aguas se serenan (y yo, lector, me sereno también).
El tono de la narración es distante, los personajes están lejos en el tiempo, se trata de una leyenda y tiene un aire de tragedia griega. Me ha parecido elegante, sobria; se nota que está llevada con maestría, pero a la vez es algo fría y se lee como quien lee una crónica medieval.
Me ha gustado pero no lo recomendaré. 3/5.
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