Me interesó el tema de este ensayo porque iba en la línea de interpretar sociológicamente el momento histórico presente y pronosticar hacia dónde vamos. Como comparto la percepción de vivir una etapa de decadencia, de fin de ciclo, tengo deseos de compreder en qué consistirá lo que nos viene.
Cuando tuve el libro en mis manos, me asustó un poco su extensión: 350 páginas de letra muy menuda. De hecho, el libro se me "atascó" un poco, quizá también porque lo he leído en un periodo laboral difícil. En medio de todo, no ha dejado de interesarme: un diagnóstico del momento cultural y político actual en el que el autor percibe un final de etapa. A este periodo pacífico, relativista y laxo sucederá pronto una reacción fuerte, idealista y belicosa. Y el péndulo está a un paso de revertir. Pero, con la reacción, llegarán peligros reales de totalitarismo. Porque los planteamientos morales vigentes (o, por mejor decir, amorales), o lo que ahora entendemos como políticamente correcto, para bien y para mal, será arrasado fácilmente por la marea del cambio social. Y algunas ideologías que damos por enterradas (fascismos, nazismo, marxismo, Nietzsche) puede que no estén muertas del todo y reaparezcan con más fuerza que antaño.
Hace el autor primero una larga revisión histórica para poner de manifiesto cómo se ha ido cumpliendo en el pasado este movimiento pendular. A los periodos apolíneos (en los que predomina la tolerancia, el hedonismo, la libertad, el pacifismo...) siguen los periodos dionisiacos (en los que se valora la autoridad, el rigor, la exigencia, los ideales...). Esta primera parte es larga (y se me hizo aún más larga) y está poblada de grandes hechos y de pequeñas anécdotas. Luego muestra las señales de cómo el ciclo actual se agota y asoma ya el siguiente (con USA liderando). Esta otra parte, paradójicamente, es optimista pues aunque presenta un largo repertorio de barbaridades contemporáneas, considera esos disparates como señales indicativas de agotamiento, la espuma que deja en la playa el estertor de la ola. Finalmente, advierte de los peligros de la nueva fase (fundamentalismos, totalitarismos, guerras...) y la necesidad de fortalecer el argumentario y la fundamentación intelectual de los propios principios. Porque el cambio social, como la marea, se lleva todo lo que no esté bien atado y pueda defenderse.
Agárrense, que vienen curvas. 4/5.
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