lunes, 14 de diciembre de 2009

Trapos sucios (1999), de David Lodge


Me habían recomendado encarecidamente a este novelista inglés. En la Biblioteca a la que voy tenían cinco o seis novelas suyas y escogí ésta por su brevedad y porque me atrajo su planteamiento: dos amigos escritores se proponen dar un escarmiento a una agresiva periodista que, en una entrevista, ha dejado en ridículo a uno de ellos. Los planes no salen exactamente como habían planeado y todo el mundo resulta un poco malparado.
Se trata de la versión novelada de un texto teatral y, en mi opinión, no funciona bien como novela. Los diálogos tienen ese tono ingenioso, tirante, propio del teatro, pero también la artificiosa necesidad de sorprender de continuo con giros inesperados. El final me pareció además muy pobre.
El autor es un poco procaz y sus personajes son inteligentes, ricos y cultos pero, en cuantro a criterios morales, son auténticos náufragos.
No es una buena novela. 3/5

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