Me atraía de este volumen su carácter breve (140 págs.); algunas firmas (Alejandro Llano, Robert Speamann, Rodríguez Adrados, Rafael Alvira...) y el tema. Busco diagnósticos sobre el momento cultural presente y sugerencias para mi labor educativa.
No me ha gustado, sin embargo, que los ensayos del libro a veces son más bien una apología de las humanidades, lo cual me parece un esfuerzo por convencer al convencido. Entre los distintos artículos que me gustaron destaco el breve pero denso artículo de Speamann o el de Kurt Spang. Spang defiende la importancia de los estudios de retórica y cómo el ars bene dicendi contribuye al ars bene cogitandi. Si aprendes a hablar (escribir) bien, aprendes a pensar bien.
3/5.
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