viernes, 12 de octubre de 2007

El porvenir de España

Hoy es la fiesta de la Virgen del Pilar y me parecía que, en estos tiempos de zozobra, debería decir algo sobre “la cuestión nacional”.
Desde que ZP nos gobierna (es un decir) los nacionalistas andan todo el día copando las portadas y diciendo sus gracias que maldita la gracia y los demás a estar calladitos, para que no se nos diga que crispamos…
En fin, no sé cómo acabará esto porque está en manos de mucha gente, pero copio unas palabras de Azorín cuando, el 1-I-27, le preguntaron los de la revista “La Esfera” cómo veía él el porvenir de España.

Mi querido amigo: Un pobre herrero ─un chapucero─ se halla en su fragua trabajando. Tiene profundo amor al trabajo. Labra badiles, trébedes, tenazas. Trabaja desde el alba hasta entrada la noche. Si se le preguntara sobre el porvenir de España, él levantaría la vista de su labor y respondería:
─Deje usted, deje que termine este trabajillo que estoy haciendo con mucho cariño.
Yo, querido amigo, soy como este modesto trabajador del hierro: no creo que haya inmodestia en compararse con un chapucero. He escrito ─desde niño─ centenares y centenares de artículos. Soy autor de novelas, cuentos, comedias, ensayos. He trabajado siempre, y espero finar trabajando. Procuro poner un poco de fervor en el trabajo. Y si ahora se me pregunta ─lo hace usted amablemente─ qué es lo que pienso del porvenir de España, levanto la cabeza de las cuartillas y digo:
─Perdone usted; permítame que acabe este trabajillo que estoy escribiendo con mucho amor.
Esto es todo. El porvenir de las colectividades depende de la conciencia de sus individuos. ¡Que cada cual sienta amor por la obra de sus manos! ¡Que haya un poco de fervor en el trabajo de cada ciudadano, y España será grande! Cordialmente le saluda, Azorín.

Lo único que no me consuela de estas azorinianas y hermosas palabras es que cuatro años más tarde hubo en España un cambio de régimen y nueve años después estalló una guerra civil, nada menos. Ojalá los políticos estén a la altura del momento y la Virgen del Pilar nos eche una manita.

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