De vez en cuando, se cuela entre el silencio general alguna noticia que resquebraja cada vez más el cartón-piedra de la versión oficial de la masacre.
Los atentados de aquellos trenes en vísperas de las elecciones de 2004 nos dejaron traumados a los españoles. Es un crimen demasiado terrible y demasiado polémico. Hemos querido olvidarlo porque mancha de odio y de política al que lo toca.Pero no se deja. A estas alturas, sigo sin saber lo que pasó pero sé que me han mentido y que siguen mintiendo. Y me deja asombrado que tanta gente (y tan importante) participe en la instrumentalización o en el encubrimiento de semejante barbaridad. Por razones diferentes (complicidad, culpa, miedo, prudencia...) el 11M ni se menciona. Hoy (aquí) escribe sobre ese silencio Gabriel Moris, el padre de una de las víctimas:
No nos vamos a conformar con el silencio que delata a los que, obligados a responder, no han dicho una palabra ni del libro de Antonio Iglesias ni del Yo acuso del director de uno los más importantes periódicos europeos.
¿Por qué insisten en el silencio? ¿A quién puede beneficiar que no lleguemos a conocer un relato creíble de los hechos? ¿Quiénes y con qué objetivo decidieron ocultarnos la verdad? ¿De qué materia estamos hechas las víctimas para unirnos a los que ni preguntan ni contestan? ¿Enmudeceríamos si estuviéramos convencidos de que los seres queridos que perdimos observan nuestro comportamiento?
Los españoles compartimos en gran medida ese silencio cómplice o cobarde. Ya sólo es posible creerse lo de los asturianos y los suicidas si uno quiere comulgar con ruedas de molino. No hay que "investigar" demasiado para descubrir increíbles negligencias, sospechosas irregularidades y maniobras enturbiadoras.
Este silencio nos llena de indignidad, pero a estas alturas de la película, cuando ya se saben tantas cosas, resulta además un ridículo patente.
4 comentarios:
A lo mejor esto da un poco más de luz... http://www.mjusticia.es/cs/Satellite?c=Noticia_SalaPrensa&cid=1161678080871&lang=es_es&pagename=Portal_del_ciudadano%2FNoticia_SalaPrensa%2FTplNoticia_SalaPrensa
Hombre, Juan, es que la sentencia judicial me genera más dudas de las que me resuelve. Digamos que el proceso judicial (sentencia incluida) me confirmó la impresión de "pasteleo".
Y un pasteleo sobre un atentado de 200 muertos para mí es algo imposible de entender.
Veo que el blog toma rumbos nuevos.
No es un cambio de rumbo, es una excursión hacia algunas de esas cuestiones sociales que me inquietan. El blog es un cajón de sastre.
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