miércoles, 31 de octubre de 2007

Reflexiones sobre "Freedom writers" (2)

¿Es Gruwell un modelo de profesora?

Hay dos personajes secundarios que sirven de contrapunto con Erin Gruwell y plantean cuestiones polémicas: su esposo y la subdirectora del colegio. El contraste se pone de manifiesto en la película pero un poco devaluado porque ambos personajes no tienen prestigio ante el espectador: el marido aparece alguna vez como perezoso y egoísta; la subdirectora destila envidia y un rencor casi ciego.
La cuestión que el marido suscita es que los alumnos de su esposa reciben más atención que él. Erin no consigue atender todos los frentes que tiene delante y el esfuerzo por ganar a sus alumnos le va alejando de su marido. Derrocha creatividad e imaginación en su relación con los alumnos, mientras que se muestra pasiva y abandonada en su relación matrimonial.
La cuestión que suscita la subdirectora es que lo que Erin está haciendo con esa clase es algo excepcional y, por eso, inimitable e irrepetible. Ni siquiera Erin está segura de poder hacerlo con otra clase diferente. La subdirectora llevaba 30 años de experiencia docente y es incapaz de seguir el ejemplo de Gruwell (en el caso de que realmente sea un modelo a seguir). Resulta significativo que, de hecho, Gruwell no dé clase a ningún otro grupo de estudiantes del Instituto: acompaña a la misma clase desde 1º a 4º y luego se pasa a la enseñanza superior. Gruwell parece un cohete de fuegos de artificio: muy brillante y muy fugaz.

martes, 30 de octubre de 2007

Reflexiones sobre "Freedom writers" (1)

2o alumnos más; un esposo menos.
Gruwell se encuentra con una clase indisciplinada, violenta, desunida y desmotivada. Lo que ella haga o diga no interesa a sus alumnos.
En la transformación de esa clase influye sobre todo el asombro de sus alumnos ante su actitud. Los estudiantes advierten poco a poco que su profesora les dedica su energía, su tiempo e incluso su dinero. "¿Por qué lo hace?", se preguntan. "No nos lo merecemos", piensan. Hay en los alumnos, digamos, un sentido de lo que es justo, de lo que se espera de un profesor. Cuando Gruwell sobrepasa esa medida, los alumnos mejoran su disposición hacia ella. Porque si ella se excede, también ellos se sienten inclinados a corresponder.
Pero la entrega de la que hablamos no es la entrega ordinaria de un profesor, es una entrega casi completa. Tiene que destacar. Gruwell no escatima esfuerzos por ganarse a sus alumnos. Y lo logra, pero a un coste altísimo: gana 20 alumnos y pierde a su esposo. Los problemas de sus alumnos le han llevado a perder de vista el orden de sus obligaciones. ¡Qué disparate! ¡Qué pena!

lunes, 29 de octubre de 2007

El Washington Post y Joshua Bell

Esto del atolondramiento se ve que afecta a bastante gente, al menos por las mañanas. No sé si conocéis una iniciativa del Washington Post hace unos meses (enero). Contrató al mejor violinista que pudieron, consiguieron para él un stradivarius y, vestido con gorra de béisbol y camiseta, lo pusieron a tocar durante media hora piezas de virtuosismo en una parada de metro de Washington. Un espectáculo de esos que si vas a un Teatro a verlo, la entrada te cuesta un ojo de la cara. Más de mil personas (1.000) pasaron por delante, pero sólo siete (7) se detuvieron un minuto y sólo diez (10) le dieron limosna.

Claro, la gente va con prisas... Yo no sé cómo hubiera reaccionado. Pero estoy seguro que un violín "de los de verdad" suena con una fuerza que tiene que llamar la atención. En fin, lector, abre bien los ojos y aguza el oído, no sea que te pierdas la belleza de la vida.

domingo, 28 de octubre de 2007

498 mártires españoles beatificados hoy

No he podido ponerme hasta esta tarde al ordenador y me da pena que se me pase el día sin conmemorar de algún modo la beatificación de los 498 mártires españoles. No quiero colocaros un sermón pero sí rendirles un homenaje. El saludo (breve) de Benedicto XVI a los peregrinos de la beatificación, aquí.
Siento, ante estos hombres y mujeres, agradecimiento y orgullo. Me siento también responsable de tratar de imitar en mi vida la ejemplaridad y el amor con que ellos afrontaron su muerte.
Los considero mis hermanos mayores y estoy muy orgulloso de ellos.
Hermanitos, no dejéis de interceder un poco por vuestros paisanos del siglo XXI.

sábado, 27 de octubre de 2007

Freedom writers (Diarios de la calle)


Película sobre una profesora, basada en una historia real. Erin Gruwell (Hilary Swank) empieza su andadura como profesora en un Instituto de Long Beach con gravísimos problemas de violencia racial y pésimo nivel académico.
La situación problemática de sus alumnos exige de ella una entrega extraordinaria de tiempo, dinero y energía. Los resultados que obtiene con los alumnos son excelentes pero a costa de su vida familiar y de su relación con los demás profesores.
Las cuestiones educativas que la película plantea son muy interesantes para mí. En cuanto a la valoración cinematográfica, me he fijado en algunas cosas que no me gustaron (no sé si sabéis que mi especialidad es encontrar defectos…): 1. la violencia y la mala educación están artificialmente atemperadas en la película. Los episodios violentos son puntuales y afectan ordinariamente a personajes secundarios. El espectador percibe la delincuencia más bien como una amenaza, aunque se habla de ella como de algo cotidiano. 2. Los estudiantes son más educados en su comportamiento de lo que por sus circunstancias cabría esperar. Se comportan con ejemplaridad en los restaurantes o museos y escuchan con atención a las personas mayores que acuden a hablar con ellos. 3. Los “antagonistas” de Gruwell están un poco maltratados (el esposo y la subdirectora). 4. Gruwell, al parecer, no fracasa con ningún alumno. Un pelín raro.
Ya me perdonaréis si os coloco algún post más sobre esta peli, pero es que el tema anda aún revoloteando por mi cocorota. 4/5.

ACTUALIZACIÓN: Por si alguien está buscando comentarios sobre esta película, he escrito otras tres entradas aquí, aquí y aquí.

viernes, 26 de octubre de 2007

El despertar de los poetas líricos

Adán Buenosayres abandonó heroicamente sus colchones, fue a la ventana y, abriéndola toda, permitió que una luz torrencial invadiera su cuarto. Luego, fiel a una venerable costumbre de los poetas líricos, volvió a la cama y se dio a respirar el aire fuerte del otoño.

(Leopoldo Marechal. Adán Buenosayres.)

jueves, 25 de octubre de 2007

El artista debe hacer arte (II)

Frank Capra escribió una autobiografía (El nombre delante del título) en la que cuenta algunas anécdotas que bien pudieran ser sacadas de sus películas. Cuenta, por ejemplo, cómo salió de una especie de depresión gracias a las palabras de un personaje misterioso (¿un sacerdote?) que le acusó de cobardía y le explicó que no tenía derecho a dejar de hacer el bien. Unas palabras muy parecidas a las de Kiril en Andrei Rubliov (la entrada del blog aquí)
Esto es un fragmento de la “bronca” que Capra cuenta que recibió:
Usted, señor, usted puede hablarles a cientos de millones, durante dos horas…, y en la oscuridad. Los talentos que posee usted, señor Capra, no son suyos, no son autoadquiridos. Dios le dio esos talentos; son Sus dones a usted, para que los use en Su beneficio. Y cuando usted no usa los dones con los que Dios lo bendijo, es usted una ofensa a Dios..., y a la humanidad. Buenos días, señor.

miércoles, 24 de octubre de 2007

Cuando yo sea abuelo

Cuando yo sea abuelo
mis historias serán originales.
Tendrán protagonista,
eso sí, por ejemplo,
un muchacho avispado de Laredo.
“Os contaré la historia -les diré-
de un chico que enroló de voluntario
a una guerra muy lejos.
Sentía la nostalgia, y una tarde
sintió el hambre y la sed, con sus amigos
robó en cierto comercio,
le cogieron.
Soportó los sermones de sus mandos
y un arresto de dos meses y medio.
No llevaba ni un mes en la chirona
y pilló una infección:
murió a los doce días. Ni siquiera
les escribió a sus padres que se encontraba mal.
Iba a ser todo un héroe,
fue una pena.”
O aquella bailarina
que se rompió una pierna
o el trágico accidente
de ese recién casado.

Supongo que mis nietos rehuirán mis historias
pero alguien tendrá que enseñarles la vida.

martes, 23 de octubre de 2007

Bajar las escaleras por el pasamanos

Uno de los tesoros de mi infancia privilegiada: Villa Molina tenía tres plantas, los niños teníamos el cuarto en la planta de arriba y la escalera tenía una barandilla interior que ni hecha a propósito para bajar por ella.
El pasamanos era de madera sin aristas y todo en pendiente salvo un tramo muy pequeño en el descansillo del primer piso (que se superaba fácilmente si llevabas suficiente velocidad).
Mamá se enfadaba si bajábamos por el pasamanos porque, al parecer, era peligroso. Pero confieso que sólo debimos obedecer si ella estaba delante o en algún arrebato místico de amor filial. Digo "debimos" porque Manuel también bajaba por el pasamanos y me imagino que Pedro. Las niñas quizás no (su cuarto estaba en la primera planta y por eso se perdían el mejor tramo del descenso).

lunes, 22 de octubre de 2007

4 hojas, cabezal basculante y banda lubrificante...

Mi padre se afeitaba (no sé ahora) con maquinilla de hojas recambiables, brocha y pastilla de jabón. Yo heredé el tipo de afeitado pero lo modernicé con la espuma (a estas alturas, gel). Creo que entre mis hermanos hay quien conserva la brocha en un rasgo de fidelidad para mí atávico. De todas formas, creo también que mis hermanos se afeitan con menos regularidad que yo.
La cuestión es que ya no encuentro recambios para mi maquinilla. Llevo más de seis meses ojo avizor y nada. Sencillamente mi modelo ha sido expulsado del mercado y tengo que elegir cómo sustituirlo.
Los modelos de maquinillas actuales me desconciertan: tienen empuñaduras ergonómicas, cabezal basculante, tres o cuatro hojas y banda lubrificante, entre otros avances. Todo es de una sofisticación que ahoga. Cuando yo empecé a afeitarme (in illo tempore) las maquinillas eran rígidas y de una hoja. Oiga ¡y tan apañadito que me quedaba el afeitado a pesar de aquellas condiciones casi medievales! De una hoja pasé a dos, de dos a tres y ahora (a un ritmo de una hoja más cada década que cumplo) me veo abocado a la cuarta… Porque no me atrevo a comprar una maquinilla “conservadora” no sea que me la retiren del mercado.
El cabezal basculante ya lo tenía la mía. Ahora, al parecer, bascula cada hoja independientemente. Debe de ser para adaptarse a las microirregularidades de la piel. Lo del mango ergonómico es, supongo, para evitar que en un descuido se te vaya la maquinilla de la mano y cometas un desaguisado sangriento. No recuerdo que me haya sucedido hasta la fecha. Y luego está el precio: el de la maquinilla en sí y el de cada recambio. Ya podían hacer que durara cada recambio un poco más, en vez de irle añadiendo tonterías. ¡Ay la sociedad de consumo! Dan ganas de volverse a la cueva.

domingo, 21 de octubre de 2007

Al sueño de la muerte hablo despierto (2007), de Tomás Alfaro Drake

Lo primero que debo decir de este libro es que alguien me lo recomendó diciéndome que me gustaría. Yo no estaba tan convencido, pero tenía curiosidad por descubrir en qué consistía esa extraña afinidad que se me aseguraba. Y me ha gustado. Mucho.
El libro recopila una serie de cartas personales que el autor remite a personajes ya fallecidos. La característica que comparten todos es que ayudaron al autor a descubrir la belleza (el trascendental: la belleza del mundo, la belleza de Dios). Algunos son propiamente poetas (A. Machado, M. Hernández, Whitman…); otros, músicos, pintores o escultores (Poulenc, Tintoretto, Miguel Ángel…), pero hay incluso filósofos y científicos.
Las cartas que les dirige suelen arrancar de una explicación autobiográfica de cómo entró en contacto con su obra y luego una interpretación de lo que percibió en ella. Los comentarios suelen referirse a alguna obra particular del artista más que a su obra en conjunto, pero las interpretaciones son ambiciosas y a veces un poco atrevidas. De alguna manera Alfaro escribe buscando un diálogo imposible con los artistas y los emplaza a responder a sus inquietudes en el Cielo (donde espera un día poder encontrarse con ellos).
Cada carta constituye en el fondo una oración a Dios por el alma del artista; una oración agradecida que intenta corresponder al don que el artista le ha entregado con su obra. Si tú, lector, te animas a leerlo, seguro que conocerás a muchos de los autores y obras sobre las que Alfaro escribe y podrás contrastar experiencias e interpretaciones; otros te resultarán desconocidos y en la lectura de la carta que les envía encontrarás una sugerente invitación a conocerlos. 5/5.

sábado, 20 de octubre de 2007

Roma, ya estoy de vuelta

He regresado, sano y salvo, y contento, aunque con el espíritu revuelto como un avispero: mezcla de disgustos, de asombros, de alegrías, de enfados, de sueño y cansancio, de orgullo y satisfacción. Volvería a ir en estas circunstancias (y me encantaría ir en otras).
Personalmente, destaco de mi viaje a Roma un momento que fue breve pero intenso: el reencuentro con la Pietà de Michelangelo. Estaba rodeadísima de gente y sólo la miré, de frente, desde la distancia.
Recité entonces, como una oración, la Penúltima estación del Viacrucis de Gerardo Diego:

He aquí helados, cristalinos,
sobre el virginal regazo,
muertos ya para el abrazo,
aquellos miembros divinos.
Huyeron los asesinos.
Qué soledad sin colores.
Oh, Madre mía, no llores.
Cómo lloraba María.
La llaman desde aquel día
la Virgen de los Dolores.

¿Quién fue el artista que pudo
dar morbidez al marfil?
¿Quién apuró su buril
en el prodigio desnudo?
Yo, Madre mía, fui el rudo
artífice, fui el profano
que modelé con mi mano
ese triunfo de la muerte
sobre el cual tu piedad vierte
cálidas perlas en vano.

domingo, 14 de octubre de 2007

Roma, ya voy


Estaré en Italia de lunes a viernes: Venecia, Florencia, ¡Roma! (envidiadme un poco). Voy con alumnos (compadecedme un poco). Dudo de que consiga actualizar el blog pero sabed que rezaré por todos. Lo hago en Madrid, más aún en Roma. See you later!

sábado, 13 de octubre de 2007

Aprobado general (2007), de Juan Carlos Eizaguirre

Me interesan los ensayos sobre educación porque la situación de la enseñanza en España es crítica, hace falta cambiar el rumbo y para eso es necesario difundir en dónde estamos.
Pensé que este libro (por el título; por alguna reseña que había leído) sería una diatriba contra un sistema educativo blando y complaciente. Pero no. Aceptando que esto es lo que hay, presenta unos consejos prácticos (sobre todo para profesores) dirigidos a ayudarnos en nuestra labor. Hace también una revisión sugerente de muchas cuestiones habituales de la tarea educadora; digamos que una reflexión, basada en una larga experiencia personal, sobre las relaciones alumnos / profesores / familias. Malo será que nada de lo que dice le sirva a uno. Yo he sacado provecho.
El libro está escrito, sin embargo, con un estilo que me disgusta: juguetea constantemente con la tipografía (aquí en negrita, aquí subrayado, aquí en versales, aquí con justificación centrada, aquí...) incluso EN LA MITAD DE UNA FRASE, en tono excesivamente coloquial, sintético, desordenado y en ocasiones reñido con la gramática. 3/5.

viernes, 12 de octubre de 2007

El porvenir de España

Hoy es la fiesta de la Virgen del Pilar y me parecía que, en estos tiempos de zozobra, debería decir algo sobre “la cuestión nacional”.
Desde que ZP nos gobierna (es un decir) los nacionalistas andan todo el día copando las portadas y diciendo sus gracias que maldita la gracia y los demás a estar calladitos, para que no se nos diga que crispamos…
En fin, no sé cómo acabará esto porque está en manos de mucha gente, pero copio unas palabras de Azorín cuando, el 1-I-27, le preguntaron los de la revista “La Esfera” cómo veía él el porvenir de España.

Mi querido amigo: Un pobre herrero ─un chapucero─ se halla en su fragua trabajando. Tiene profundo amor al trabajo. Labra badiles, trébedes, tenazas. Trabaja desde el alba hasta entrada la noche. Si se le preguntara sobre el porvenir de España, él levantaría la vista de su labor y respondería:
─Deje usted, deje que termine este trabajillo que estoy haciendo con mucho cariño.
Yo, querido amigo, soy como este modesto trabajador del hierro: no creo que haya inmodestia en compararse con un chapucero. He escrito ─desde niño─ centenares y centenares de artículos. Soy autor de novelas, cuentos, comedias, ensayos. He trabajado siempre, y espero finar trabajando. Procuro poner un poco de fervor en el trabajo. Y si ahora se me pregunta ─lo hace usted amablemente─ qué es lo que pienso del porvenir de España, levanto la cabeza de las cuartillas y digo:
─Perdone usted; permítame que acabe este trabajillo que estoy escribiendo con mucho amor.
Esto es todo. El porvenir de las colectividades depende de la conciencia de sus individuos. ¡Que cada cual sienta amor por la obra de sus manos! ¡Que haya un poco de fervor en el trabajo de cada ciudadano, y España será grande! Cordialmente le saluda, Azorín.

Lo único que no me consuela de estas azorinianas y hermosas palabras es que cuatro años más tarde hubo en España un cambio de régimen y nueve años después estalló una guerra civil, nada menos. Ojalá los políticos estén a la altura del momento y la Virgen del Pilar nos eche una manita.

jueves, 11 de octubre de 2007

Para el concurso "Un millón por un soneto"

Jamás supe de nada tan bonito
como eso de un millón por un soneto;
que nada incita tanto a cualquier reto
como ofrecer por ello un milloncito.

Un "kilo" es justo lo que necesito
para sacar la pata en cierto aprieto
(permitidme que guarde aquí el secreto;
prefiero que no conste por escrito).

Si el fallo es a favor, feliz lo acato;
si en contra, me desquito en la rabieta
―que un rato a buen rabiar quién me lo quita―;

pero, si el tribunal se aviene a un trato,
en lugar de premiar al más poeta,
dad la dote al que más lo necesita.

miércoles, 10 de octubre de 2007

Humor a la mariñeira

Es el vídeo de una campaña de publicidad, circula desde hace poco por la blogosfera. La campaña se titula "Vivamos como galegos" y pertenece a la cadena de supermercados Gadis. Está en gallego pero "enténdese perfetamente". Y es muy divertido. A algunos ya os he mandado el enlace pero le pongo una entrada porque se lo merece. Además añado una cosa: hay unas cuantas escenas que tienen de fondo un colegio neogótico color vainilla. Se trata de la Compañía de María. Es un colegio vecino de "Villa Molina". Vecino es vecino: a diez metros a la derecha, la casa siguiente. Por un pelo, salimos en el vídeo. La Compañía de María era un colegio femenino cuando yo vivía en La Coruña. Luego pasó a mixto, pero eso fue con la llegada de la democracia, que nos trajo tantos cambios.

martes, 9 de octubre de 2007

Unas tildes como puños

No quise ayer ensuciar mi comentario al libro de Bobin con esta protesta. Figura hoy en lo que jurídicamente podría llamarse una pieza separada.
Con una "g" o una "j" equivocada soy comprensivo: el diccionario es vasto (con "v") y ese error puede ser mío. Con las tildes soy menos tolerante. Porque las tildes son habas contadas.
Me desconcertó en la traducción de "Autorretrato con radiador" la cantidad de tildes mal puestas: 10, 11, quizá más. En la primera ni te fijas, a la cuarta ya no ves otra cosa. Cada una es un pisotón en el mismo pie. En la página 109 dos pisotones.
Tanta insistencia en errar (sin "h") genera una desconfianza mayúscula sobre el traductor, sobre el editor o sobre vete tú a saber quién.
Cuando mis alumnos presentan un texto escrito en ordenador y les señalo alguna incorrección ortográfica, los chicos se llevan las manos a la cabeza y juran y perjuran ¡que pasaron el corrector ortográfico!
Pues eso: que habrá que enseñar a Bill Gates a poner bien las tildes en español.

lunes, 8 de octubre de 2007

Autorretrato con radiador (1997), de Christian Bobin

Libro pequeño, humilde, poético; un dietario escrito como sin querer. Días sí, días no, durante un año, el autor escribe unas líneas sobre su pequeño mundo, sobre las flores, la luz que entra por la ventana, un acontecimiento, un recuerdo evocado, ella (que ha muerto hace poco)…
Escrito en frases cortas, nominales, buscando la iluminación de la frase que acierte a explicar la vida, pero avanzando sin encontrarla a través de paradojas, de atrevimientos, de tanteos. En algún momento el autor se propone titularlo “teoría de la brizna de hierba”: digamos que la solemne trascendencia de lo sencillo. 5/5.

domingo, 7 de octubre de 2007

Efter brylluppet (Después de la boda)


Película danesa sobre un cooperante en la India que regresa a Dinamarca en busca de financiación para sus proyectos. En Dinamarca se reencuentra con su pasado y se ve obligado a replantearse el futuro.
Película lenta, muy sobria, de tema melodramático, sobre relaciones humanas, sobre el amor, la familia y el paso del tiempo, con un guión muy pensado que esconde sorpresas.
Los personajes son muy rígidos (gélidos, parecen enfadados) y la cámara resulta un poco incómoda porque tiende a tomar primerísimos planos y a desencuadrar la imagen. Me gustó (me gustan los dramas) pero no me atrevería a recomendarla (así me curo en salud). No es para verla con niños. 4/5.

Al margen, hoy es la fiesta de la madrina de este blog.

sábado, 6 de octubre de 2007

Los perros ladran (I)

Los perros ladran y los gatos maúllan pero ¿qué hacen los patos?
No he encontrado todavía la respuesta. ¿Graznar quizá, como los cuervos? Y quien dice patos dice otros muchos animales.
Las ranas croan, los cerdos gruñen, las vacas mugen, los caballos relinchan, los burros rebuznan, los lobos aúllan, los leones rugen, los elefantes barritan, los pájaros pían, las gallinas cacarean y los ciervos berrean. Y por hoy ya basta. Las aportaciones son bienvenidas.

viernes, 5 de octubre de 2007

En educación, no dilapides recursos

(de Pedro, mi maestro, el primer y mejor consejo que recibí cuando empezaba a dar clase):

“Lo que puedas hacer con una voz, no lo hagas con un grito.
Lo que puedas hacer con un gesto, no lo hagas con una voz.
Lo que puedas hacer con una mirada, no lo hagas con un gesto.”

jueves, 4 de octubre de 2007

Ese olor agradable de la tierra mojada

El poema que sigue creo que se titula “No han podido”. Pertenece a la obra Cavernas del silencio del poeta cubano Armando Valladares. Me ha venido a la memoria por asociación de ideas con la cita de Bobin que incluí ayer en el blog. A este poema de Valladares le tengo mucho cariño. Lo puse en la contraportada de mi cuaderno de calificaciones el primer año en que empecé a dar clase. Otras poesías que he sabido se me han olvidado, ésta no. Cuando la considero, me libero, las paredes se me alejan y me siento un privilegiado: el ruido de la lluvia, el olor de la tierra mojada, son un universo lleno ellos solos. El autor escribió el poema cuando sufría prisión (injusta) en las cárceles castristas.


No han podido quitarme
todavía
en este encierro
el canto de la lluvia
pero quizás lo hagan mañana
por eso quiero ahora disfrutarlo
escuchar las gotas
más allá de mis ojos
y los espesos muros
golpear con insistencia
las ventanas tapiadas.
Y de pronto me llega
no sé por qué ranura
no sé por qué intersticio
ese olor agradable
de la tierra mojada
y la aspiro muy hondo
para llenarme bien
porque quizás también
lo prohíban mañana.

miércoles, 3 de octubre de 2007

La fragancia de la hierba recién cortada

La fragancia de la hierba recién cortada bajo los edificios conduce a este día a la cima de su gloria. Todo lo que venga añadido estará de más. Se puede pensar que eso es prestarle atención a cualquier cosa ― y sin embargo: el dinero, el éxito, el trabajo, la lectura y el amor no producen una embriaguez tan intensa como ese puñado de hierba cortada, entregando su pequeña alma fragante a las manos del aire.

(Christian Bobin, Autorretrato con radiador.)

martes, 2 de octubre de 2007

El verso de la vida.

Las palabras de Madeleine L'Engle que cité hace unos días (aquí) me evocaron una escena de Dead Poets Society. Casi al principio de la película, Keating intenta ilusionar a sus alumnos con un poema de Walt Whitman (en inglés aquí) que termina con aquello de: "that the powerful play goes on / and you may contribute a verse."



A mí siempre me han atraído las metáforas literarias sobre la vida: la vida como un libro, como una obra de teatro, como un poema.
Para Whitman cada vida humana es como un verso del largo poema de la humanidad.

Un verso es mucho y es poco también. El individuo es responsable de su propio verso pero carece de influencia sobre el conjunto de la obra: cada verso es libre y tiene un autor distinto. Esto podría invitar al desánimo: para qué esforzarse en el resultado del propio verso si se perderá en un mar de miles, millones de versos, escritos con desigual empeño y desigual acierto.

Para mí, lo que de verdad hace la vida valiosa es saber que mi verso interesa a Dios: “that the powerful play goes on / and God wants you to contribute a verse.” Ahí sí que veo una razón con fuerza para tratar de escribir el mejor verso posible.

lunes, 1 de octubre de 2007

La indomable Sophia (1950), de Georgette Heyer

Es una divertida novela ambientada en la alta sociedad inglesa de principios del siglo XIX. Como suele suceder en tantísimas novelas inglesas, los protagonistas viven en grandes mansiones, servidos por legiones de criados y se dedican a todo menos a trabajar.
Sophia es una extraordinaria joven, resuelta y enredadora. Pasa una temporada en casa de sus tíos, lord y lady Ombersley, y se dedica a transformar esa familia especialmente en lo que se refiere a con quién se casa quién.
Dentro de un tono cursi, de enredos femeninos, la novela es amena e inteligente y está bien trabada. 4/5.