lunes, 21 de septiembre de 2009

Manolo el del bombo

Me paso por el blog para dejar esta cita (leída en Óptica libre) porque expresa muy bien un tema que considero muchas veces: el periodismo actual parece tarea de prestidigitadores. Manipulados por los propietarios, obligados a vender en un mundo de espectáculo, los medios se han vuelto instrumentos de poder. Te venden la burra, te centran la atención sobre lo accidental, te ocultan lo que no les interesa o te levantan del asiento para que hagas la ola. Crisis profunda en quien debería informar. Los ejemplos son continuos e innecesarios.
Tú gritas, pero nadie te oye, porque los manolos del bombo del periodismo, que hoy son todo el periodismo, se encargan de tapar los gritos con sus ruidajeras.
(Ignacio Ruiz Quintano. Yo no soy tu cajero automático, Abc)
Lo de las "ruidajeras" me parece demasiado atrevido, pero la expresión de "los manolos del bombo" es buena-buena.

martes, 15 de septiembre de 2009

Cosecha roja (1929), de Dashiell Hammett



Cosecha roja es uno de los clásicos de la novela negra y, para los aficionados al género con los que he hablado, una obra maestra.

Me leí la novela para conocer el género y por si la novela (breve, lindando las 200 páginas) servía como lectura juvenil.

Me gustó el estilo de las descripciones: rápidas, desgarradas, cortantes. Los personajes son tipos de sombrero y gabardina que disparan metralletas de tambor desde los estribos de un coche. Crímenes, traiciones e ilegalidades sin fin y muertes a porrillo. Muy bien escrito. Demasiado esquemático para mi gusto. 3/5.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Robinson Crusoe (1719), de Daniel Defoe


Me ha sorprendido Robinson Crusoe porque no respondió a los recuerdos que tenía, y empiezo a pensar que en realidad no lo había leído hasta ahora. Lo cierto es que propiamente tampoco ésta ha sido una lectura pues lo que he hecho ha sido oír la versión inglesa leída de Librivox (una presentación de mi "proyecto" Librivox aquí.) Muy bien leído, la verdad, pero por un lector único (=peligro de monotonía) y con un acento americano demasiado "pastoso" para mí, que no me gustaba.
Me sorprendió que en la novela apareciera España con tanta frecuencia: hay un náufrago español con cierto protagonismo y algunos acontecimientos finales se suceden en España.
Me sorprendió también la cantidad de personajes y acontecimientos que pululan por la novela. Robinson Crusoe es mucho más que la supervivencia de un náufrago solo en una isla. Hay una larga introducción y después el protagonista entra pronto en contacto con otros semejantes.
Matizo lo de que entra pronto en contacto con otros hombres: cronológicamente pasan años (muchos años) pero esos años de soledad en la novela quedan muy abreviados.
Más sorpresas: fuertes planteamientos cristianos, aunque con ligeros prejuicios anticatólicos. Defoe reflexiona con frecuencia sobre Dios, sobre la voluntad de Dios, sobre la Providencia... Son reflexiones interesantes aunque en la novela quedan asociadas de forma algo simplona bondad y fortuna, maldad y desventura.