miércoles, 30 de abril de 2008

Quizá hubiera sido mejor nacer sordo

Quizá hubiera sido mejor nacer sordo
(quiero decir: mudo)


Cuando quiero escribir, tengo a mi lado
estas dudas que siempre van conmigo:
y, apenas he empezado, me desdigo
pero vuelvo a copiar lo que he tachado.
Si no consigo el tono deseado,
busco una variación: Si no consigo
el tono que deseo...
que persigo...
que quisiera...
(¡perdón!; me he aturullado).
Pero no importa: ¡hay tiempo por delante!
El problema que tengo, en realidad
–lo verdaderamente preocupante–,
es esa extraordinaria habilidad
con la que pierdo la oportunidad
cuando debo decir algo importante.

martes, 29 de abril de 2008

La pesca de salmón en Yemen (2007), de Paul Torday

Novela interesante, de narrador múltiple, sobre un insólito proyecto ideado por un multimillonario jeque yemení: poblar de salmones un río de Yemen.
El protagonista de la novela es el técnico piscicultor que inicialmente rechaza el proyecto, por disparatado, pero luego se ve obligado a ocuparse en serio de él y se implica completamente.
La novela se construye a base de correos electrónicos cruzados, diarios, informes, recortes de prensa… Y se mezclan consideraciones científicas y técnicas, problemas afectivos, repercusiones políticas y la pesca, y la amistad, y la fe.
Curiosa. Amena. 4/5.

lunes, 28 de abril de 2008

Elizabeth y su jardín alemán (1898), de Elizabeth von Arnim

Descubrí a Elizabeth von Arnim gracias a la película Enchanted April (1992), basada en la novela del mismo nombre que Von Arnim publicó en 1922. Después me leí Abril encantado, que resultó, en efecto, encantador, motivo por el que lo incorporé a “Mi estantería”. Años más tarde intenté leer Amor, pero lo hice a saltos y sin que conserve de aquella cuasilectura ningún recuerdo destacable.
Lumen acaba de reeditar esta primera narración y como el libro era breve, Von Arnim siempre promete y la edición parecía cuidada, me lancé a leerlo.
Lo de la brevedad del libro es un elemento que me anima en momentos de agotamiento mental como el que ahora padezco. El curso está ya muy avanzado y mi cabeza anda ya consumiendo la gasolina de la “reserva”.
Elizabeth, la protagonista del relato, es una mujer casada, madre de tres niñas (a las que llama, por el mes en que nacieron, junio, abril y mayo), cuya felicidad consiste en ocuparse del jardín de su mansión. A lo largo del relato la narradora nos cuenta los desvelos que dedica al jardín, las victorias y derrotas y su manera de ver la vida y de juzgar a las personas con las que convive (su marido ―el Hombre Airado―, su jardinero, el vecindario, las visitas…).
La novelita mejora, para mí, cuando la narración deja de centrarse en el jardín y pasa a centrarse en la gente. En eso me parezco al marido, que siente un “intenso desinterés” por las flores y plantas. En los diálogos Von Arnim resulta extraordinaria, porque se muestra ingeniosa, irónica, maliciosa, pero de un modo sutil, sin subrayados.
De todas formas, su sentido del humor y sus planteamientos vitales son tan cínicos que, dentro de la educada corrección con que se muestran, me parecen temibles. Femenino, elegante y con momentos divertidos. No era el libro que necesitaba.
Un comentario final sobre la edición: el libro es elegante, pero la traducción se nota que está hecha por un catalán (y/o mal revisada), pues en la penúltima página se permite un verbo haber concordando en plural con su objeto directo (hubieron cardenales) que me dejó estupefacto. Digo lo del catalán, porque el libro está editado allí y porque los catalanes tienden más que otros a hacer esa extraña concordancia. Ya he tenido recientemente una experiencia semejante con la edición de “Autorretrato con radiador” (mi queja aquí). Yo me quedo desconcertado ante estas traducciones mal corregidas. Lamentable.
Dos citas de este libro que puse en el blog: aquí una y aquí la otra.
4/5.

domingo, 27 de abril de 2008

Ayer, gran estreno


Representamos ayer con gran éxito la obra de teatro que veníamos preparando. El público disfrutó mucho y se reía, a veces a carcajadas, con las actuaciones (¡ojo! ¡importante puntualización!: "con", no "de"). Casi cien personas. El escenario estaba pésimamente iluminado. No sé si alguien llegó a grabar la representación, pero dudo de que se pueda ver bien. La obra duró apenas 35 minutos. Demasiado corta, o mejor, demasiado rápida. De los seis actores (3 chicos, 3 chicas) muy alto el nivel en cuatro y desesperante un quinto que seguía sin saberse bien su papel y maltrataba las escenas en que intervenía.

Todos estábamos nerviosos y todos nos lo pasamos muy bien.



sábado, 26 de abril de 2008

Regalos de cumpleaños

Espero que a lo largo de estas páginas haya quedado clara la superioridad de Irais y de mí misma con respecto a las debilidades comunes de la humanidad; si hicieran falta más pruebas bastaría con saber que ambas, desafiando a la tradición, detestamos la celebración de los rituales del cumpleaños. Años atrás, cuando acababa de conocerla, y mucho antes de que nos casáramos, le mandé una pequeña palmatoria de bronce por su cumpleaños; y cuando, unos meses más tarde, llegó la hora del mío, ella me envió un cuaderno. Nunca escribí nada en él, y al año siguiente se lo regalé por su cumpleaños; me lo agradeció efusivamente, como se suele hacer en estos casos, y cuando llegó mi hora me regaló la palmatoria de bronce. Desde entonces disfrutamos alternativamente la posesión de ambos objetos, y así saldamos la dichosa cuestión de una vez por todas con gran ahorro de problemas y gastos. Nunca mencionamos nuestro trato excepto cuando llega su hora, momento en el que nos enviamos una carta de ferviente agradecimiento.
(Elizabeth von Arnim, Elizabeth y su jardín alemán)

viernes, 25 de abril de 2008

La suciedad es como la maldad

El suelo está pintado de amarillo y no hay más alfombra que la que está frente al sofá. El papel pintado es de color chocolate, casi negro; y eso es para que tras muchos años de uso no se vea la suciedad y no tener que cambiarlo. La suciedad es como la maldad, ¿sabe, señorita Minora? No importa que esté ahí; sólo nos avergonzamos cuando se hace tan evidente que puede dar que hablar a los demás.

(Elizabeth Von Arnim, Elizabeth y su jardín alemán)

jueves, 24 de abril de 2008

Cansadamente

Llueve cansadamente. Todo es blando:
la senara, la yerba, las raíces
del corazón, las tantas cicatrices
de la memoria, que se van borrando.
Primero fueron unos labios -¿cuándo?-;
luego, la nada, el desaliento. Dices:
"Maldito tiempo". Mas lo que maldices
es lo mismo que acabas abrazando.
Con el tiempo en los brazos, te encaminas
calladamente a nadie sabe dónde,
a un lugar que es el único seguro.
Tiembla la soledad por las esquinas.
Preguntas a la lluvia y no responde.
Todo es blando. Quizás. Pero qué duro.

(Carlos Murciano, Del tiempo y soledad)

miércoles, 23 de abril de 2008

El sábado: un patito feo

Antonio, uno de mis alumnos de primero de Bachillerato (16-17 años) me pidió ayuda en septiembre para montar un grupo de teatro. Organizamos en octubre una reunión inicial y decidimos ensayar los domingos por la tarde. Y hemos mantenido el plan salvo en Navidad y Semana Santa. Por el camino hemos pasado varias crisis, alguna sustitución de actores y actrices (todavía tengo un parche que poner), algún disgusto y muchos buenos momentos.
Como se nos echa encima mayo (con exámenes para los universitarios), decidimos representar "como sea". Todo va por los pelos y no hemos visto aún el escenario en que representaremos el sábado (26 de abril, 20.30h., ver la entrada del blog de ayer) pero ¡allá vamos! Sin sonido ni decorado, pero con mucha ilusión.

martes, 22 de abril de 2008

Anuncio de representación

Si el sábado 26 de abril estás en Madrid y no tienes plan por la tarde, te invito a nuestra representación (ÚNICA) de El patito feo de Alan Alexander Milne, en el Centro Cultural “Alberto Sánchez” (mapa aquí), a las 20.30h. Entrada libre, aforo reducido (unas 90 plazas creo). Si mañana tengo un rato, os adelanto las características y circunstancias de la representación, pero, en cualquier caso, no aceptaré reclamaciones. No sé si calificarlo de “puro teatro” o de “teatro puro”. Quizás “mero teatro” (o teatro mero). Creo que será divertido, y amable, a la vez que “casero”. Será un placer saludaros.
Creo (es terrible, pero tampoco estoy seguro de esto) que dura cuarenta y cinco minutos.
Hice una entrada del blog presentando la obrita aquí.

lunes, 21 de abril de 2008

En el deporte de la vida

…para el amor y para la felicidad hay que entrenar duro.

(H. M. van den Brink. Sobre el agua.)

domingo, 20 de abril de 2008

Por todos los días de mi vida

A tu lado he tomado la salida
y sólo quiero caminar contigo;
el camino que sigas yo lo sigo,
la senda que desechas se me olvida.
Se me olvida el cansancio en la subida:
si tú sigues subiendo, yo me obligo
detrás de ti -con gozo te lo digo-
y por todos los días de mi vida.
Y si llega la noche en la espesura
y -perdida entre sombras tu figura-
no distingo la senda que has tomado,
a la pálida luz de las estrellas
iré siguiendo el rastro de tus huellas,
hasta que salga el sol y esté a tu lado.

sábado, 19 de abril de 2008

Las cadenas de san Pedro

En mi último viaje a Italia (en noviembre) visité S. Pietro in vincoli donde se veneran las cadenas con las que estuvo preso san Pedro. Allí está también el Moisés de Michelangelo. Recé entonces por el sucesor de san Pedro, Benedicto XVI, que había sido también "encadenado" a la Ciudad Eterna cuando fue elegido Papa, él que soñaba con retirarse a su Baviera natal. Hoy rezo también por él, en el aniversario de su elección. Y doy gracias a Dios por los papas tan impresionantes que está eligiendo para su Iglesia.

viernes, 18 de abril de 2008

Por difícil que parezca

Los hombres ignoran lo que son capaces de hacer hasta que lo prueban y, por lo tanto, no debemos abandonar desesperados ninguna empresa, por difícil que parezca, suponiendo siempre que nuestra causa es buena y que podemos pedir la divina bendición para ella.

(Robert Michael Ballantyne. La isla de coral.)

jueves, 17 de abril de 2008

El retorno de los Césares (2007), de José Manuel Otero Novas

Me interesó el tema de este ensayo porque iba en la línea de interpretar sociológicamente el momento histórico presente y pronosticar hacia dónde vamos. Como comparto la percepción de vivir una etapa de decadencia, de fin de ciclo, tengo deseos de compreder en qué consistirá lo que nos viene.
Cuando tuve el libro en mis manos, me asustó un poco su extensión: 350 páginas de letra muy menuda. De hecho, el libro se me "atascó" un poco, quizá también porque lo he leído en un periodo laboral difícil. En medio de todo, no ha dejado de interesarme: un diagnóstico del momento cultural y político actual en el que el autor percibe un final de etapa. A este periodo pacífico, relativista y laxo sucederá pronto una reacción fuerte, idealista y belicosa. Y el péndulo está a un paso de revertir. Pero, con la reacción, llegarán peligros reales de totalitarismo. Porque los planteamientos morales vigentes (o, por mejor decir, amorales), o lo que ahora entendemos como políticamente correcto, para bien y para mal, será arrasado fácilmente por la marea del cambio social. Y algunas ideologías que damos por enterradas (fascismos, nazismo, marxismo, Nietzsche) puede que no estén muertas del todo y reaparezcan con más fuerza que antaño.
Hace el autor primero una larga revisión histórica para poner de manifiesto cómo se ha ido cumpliendo en el pasado este movimiento pendular. A los periodos apolíneos (en los que predomina la tolerancia, el hedonismo, la libertad, el pacifismo...) siguen los periodos dionisiacos (en los que se valora la autoridad, el rigor, la exigencia, los ideales...). Esta primera parte es larga (y se me hizo aún más larga) y está poblada de grandes hechos y de pequeñas anécdotas. Luego muestra las señales de cómo el ciclo actual se agota y asoma ya el siguiente (con USA liderando). Esta otra parte, paradójicamente, es optimista pues aunque presenta un largo repertorio de barbaridades contemporáneas, considera esos disparates como señales indicativas de agotamiento, la espuma que deja en la playa el estertor de la ola. Finalmente, advierte de los peligros de la nueva fase (fundamentalismos, totalitarismos, guerras...) y la necesidad de fortalecer el argumentario y la fundamentación intelectual de los propios principios. Porque el cambio social, como la marea, se lleva todo lo que no esté bien atado y pueda defenderse.
Agárrense, que vienen curvas. 4/5.

miércoles, 16 de abril de 2008

¿Quién se queda de portero?



Los niños cuando juegan al fútbol quieren ser delanteros y marcar los goles. Ordinariamente no les gusta ser defensas ni mucho menos porteros. El portero suele aburrirse mucho. Y queda muy en evidencia si comete algún fallo.
El trabajo del cardena Ratzinger en la Congregación para la doctrina de la Fe es para mí como si le hubiera tocado quedarse de portero de la Iglesia veinte años. Pudiendo marcar goles tuvo que dedicarse a evitarlos.
Cuando, con el fallecimiento de Juan Pablo II, le tocó organizar a él el juego, resulta que teníamos un excelente jugador de campo que estaba sacrificándose en la portería. Y que, a Dios gracias, para deleite de su afición, todavía tiene mucho fútbol.
Por así decir.
Y hoy Benedicto XVI cumple 81 años y está visitando USA.

martes, 15 de abril de 2008

Recuerda lo que has recibido

Estas palabras de Pereda al final de Peñas arriba me impresionan muchísimo. Son como un tañido de campana, noble pero terrible. Son especialmente fuertes porque Pereda cierra con ellas un libro durante cuya redacción murió en circunstancias trágicas un hijo suyo. Lo cuenta discretamente el propio Pereda en el prólogo del libro.
…tan cabal, tan intensa, tan continua ha sido mi felicidad en este tiempo, que a veces me espantan los temores de que no haya sido mi gratitud tan grande como el beneficio recibido, y un día me hiera la justicia de Dios en lo que más amo, para recordarme lo que le debo.
(José María de Pereda. Epílogo a Peñas arriba)

lunes, 14 de abril de 2008

Presentadme a un hombre feliz...

"¿Quién conoce a una persona de la que se pueda decir que es completamente feliz?", pregunta el profesor de ética en clase de 4º de la ESO (15 años), con idea de explicar algo sobre la felicidad.
La clase se inhibe. La expresión "completamente feliz" es exigente y si no se quiere meter la pata, mejor no significarse. Pero un alumno levanta la mano.
"Dime, Fulano, ¿de quién se trata? ¿A quién conoces así?" "Yo."
Un adolescente feliz... ¡Rara avis! Y sin miedo a decírselo al mundo. ¡Rarísima!
Su padre, al saberlo, no cabía en sí de gozo.

domingo, 13 de abril de 2008

José (1885), de Armando Palacio Valdés

José fue una de esas lecturas que me “perdoné” cuando estudiaba la carrera. El autor sufría (todavía se mantiene) un discreto ostracismo y el título no sugería nada. Lo leí mucho más tarde (en el 2002). Después de encontrar unos comentarios muy elogiosos sobre él en la Historia de la Literatura Española e Hispanoamericana de Díez-Echarri y Roca Franquesa. Y me llevé una agradabilísima sorpresa.
Es una novela corta, una sencilla historia costumbrista de argumento simple. Entre gentes de mar de un pueblecillo de Asturias, se cuenta la dificultades de una historia de amor entre un marinero honrado y la hija de la maestra. La clave de la novelita está en el tratamiento de la historia, en los personajes y en el marco ambiental. Los personajes están muy logrados aunque, para ser tan breve la novela, son muchos y parecen desaprovechados: entran por sorpresa en la historia y salen de ella sin avisar. La ambientación es excelente y algunas escenas (como la pelea de comadres) son de antología. El principal defecto está en la simplicidad de la historia y cierta discontinuidad en el relato.
Después de esta lectura he seguido explorando la obra de Palacio Valdés. Llevo hasta la fecha leídas nueve novelas suyas, aunque ahora sólo suelen editarse José (Cátedra) y La aldea perdida (Austral). Me quedo con José, por el momento. 5/5.

sábado, 12 de abril de 2008

Los perros ladran (2)

Tenía pendiente la consulta de un diccionario de ideas afines en busca de los terminos castellanos para los ruidos animales.
Hace unos días estuve en casa de Inma y consulté el Diccionario de ideas afines (1983) de F. Corripio pero no vi en él nada; en cambio, me encontré una entrada interesante (que copio, manteniendo las negritas donde figuran en el original) en el Diccionario de palabras afines (2001) de Josep M. Albaigès, bajo la voz zumbar:
La abeja y la mosca zumban; el asno rebuzna; el becerro berrea; el buey muge; el búho y el gallo cantan; los pájaros gorjean, pían o trinan; el carnero y la cabra balan; el caballo relincha; el canario gorjea y trina; la cigarra carraquea; la cigüeña crotora; el cerdo, el jabalí y el oso gruñen; el conejo gañe; la corneja y el cuervo graznan, el elefante barrita; la gallina cacarea; el gato maya; el gorrión pía; el grillo chirría; el perro ladra y aúlla; el león y la pantera rugen; el lobo aúlla; la marmota, el mirlo y la serpiente silban; el milano y el ratón chillan; el mono grita; la paloma arrulla; el papagayo charla; el pato ganguea; el pavo y la clueca cloquean; la perdiz reclama; el pollo piula; la rana croa; el ruiseñor trina; el tigre ronca y maúlla; el toro brama; la urraca picotea y charla; el potro ahína.
No queda dicha aquí, de esta manera, la última palabra, ni mucho menos. ¿Qué es eso de que el pato ganguea (el DRAE no recoge esta acepción), en lugar de parpar (como me sugirió Eduardo en su comentario, aquí). ¿Maúllan los tigres? Y, por contra, los gatos, ¿no maúllan sino que mayan? ¿Y el ronroneo? ¿Y las ovejas? ¿Y los gallos? ¿Y los ratones...?

viernes, 11 de abril de 2008

La sensibilidad moral de un médico de guerra

Peter Bamm, al hilo de un relato sobre las condiciones de trabajo de un médico de campaña, hace interesantes reflexiones. Explica la rapidez con que se veían obligados a decidir, por ejemplo, si amputar o no un miembro. Decisiones drásticas sin tiempo para reflexionar sobre ellas. La cita que añado, me trae al recuerdo el poema de León Felipe sobre el romero: para enterrar a los muertos, cualquiera vale, cualquiera, menos un sepulturero... (cito de memoria, probablemente mal). Aquí hay un tema sobre el que tengo que escribir algo para poner orden.
Por supuesto que no sentíamos compasión. No nos la hubiéramos podido permitir: nos hubiéramos agotado en seguida y yo no hubiéramos servido para el trabajo. Compasión es el sentimiento natural del lego, que no tiene más que eso. Para nosotros, cada herido era una tarea.
(Peter Bamm, La bandera invisible)

jueves, 10 de abril de 2008

A lo hecho pecho

A lo hecho pecho

Has tenido que cogerle cariño.
Contigo cuatro meses
después de aquel instante.
Tu hijo, presintiendo tu pecho
ya se chupa el dedo dentro de tu vientre.
Amiga, no le defraudes,
que no seas tú
la primera mujer que le falle.

(Gloria Fuertes. Historia de Gloria)

miércoles, 9 de abril de 2008

Puedo con quince...

¿Con cuántos niños de cinco años podrías enfrentarte simultáneamente en una pelea?
Happy Catholic enlaza un test para establecerlo. Está en inglés. Tiene gracia. ¡Ella puede con 17!
15

martes, 8 de abril de 2008

Un jinete cabalga por mi reino

Un jinete cabalga por mi reino.
Llega por el arroyo hasta los llanos
en que terribles hordas se destrozan
en sangrientos combates, sube siempre
al robledal al pie de cuya ermita
una tarde de octubre ya hace tiempo
se declaró un amor que aún sobrevive,
acampa a veces dentro de la cueva
donde oculto las cosas que valoro,
y en más de una ocasión llega a la casa
para darme noticias de otras partes.
Allí suele alojarse algún amigo
y charlamos los tres hasta la noche.
Nadie le niega el paso. Su caballo
conoce bien los pastos y los yermos.
Llevo así muchos años. Un jinete
cabalga por mi reino. Estoy tranquilo.

lunes, 7 de abril de 2008

El vacío existencial como reclamo

Cuando tantas noches de viernes y sábado puedo observar, en muchas zonas urbanas, esas masas de jóvenes que arrastran horas y horas, con las botellas en la mano, no puedo dejar de recordar al flautista de Hamelin, y tiemblo pensando que algún día, quizá próximo, surgirá un líder que recorra las universidades y se llevará detrás a nuestra juventud, con el pelo cortado, marcando el paso de la oca, dispuestos a morir y a matar, Dios sabe por qué objetivo y en qué dirección. Ese tránsito se producirá por una necesidad psicológica de cubrir el vacío existencial.
(José Manuel Otero Novas, El retorno de los césares)

domingo, 6 de abril de 2008

¿Alguien ha leído el Guzmán de Alfarache? (2)

Durante mis estudios de Filología Hispánica contemplé con cierto escándalo (al principio) lo poco que leían muchos de mis compañeros y la despreocupación cínica con que se lo tomaban. Esos serían, el día de mañana (hoy), los profesores de literatura de institutos y universidades... Si los profesores no conocen los libros de los que hablan o temen acercarse a ellos, difícilmente los alumnos se sentirán inclinados a leer nada.

Esto me llevó a considerar la pregunta de si realmente vale la pena estudiar una materia (Historia de la Literatura) que a la mayoría no interesa. ¿Tienen realmente algún interés esos libros pretéritos? ¿Algo que no sea interés histórico o erudito? ¿Tiene sentido esforzarse en mantener la memoria de unos escritores o unos títulos si no aportan nada al lector moderno?

La respuesta que me he dado es que la historia de la literatura exige la misma labor crítica que la literatura contemporánea: lectura, revisión crítica y valoración. Hay cosas del pasado que merecen exaltación y monumento conmemorativo mientras que otras, mejor entierro caritativo.

En el caso concreto del Guzmán de Alfarache, no tengo opinión formada todavía (y la verdad es que no me urge demasiado formármela).

sábado, 5 de abril de 2008

Llegar a la meta cuando ya te da igual…

Don Segundo Sombra fue una de las lecturas hispanoamericanas que me impresionaron más. Cuenta la historia de un aprendiz de gaucho, un resero, que descubre la dureza de las larguísimas jornadas a caballo. De ello habla esta cita, que trata del agotamiento
No estaba yo en mis tribulaciones de bisoño. Sabía que si en gran parte se resiste por tener hecho el cuerpo a la fatiga, más se resiste por tener hecha la voluntad a no ceder. Primero el cuerpo sufre, después se azonza y va, como sin tomar parte, adonde uno lo lleva. Después, las ideas se enturbian; no se sabe si se llegará pronto o no se llegará nunca. Más tarde, las ideas, tanto como los hechos, se van mezclando en una irrealidad que desfila burdamente por delante de una atención mediocre. A lo último, no queda capacidad vital sino para atender a lo que uno se propone sin desmayo: seguir siempre. Y se vive nada más que por eso y para eso, porque todo ha desaparecido en el hombre fuera de su propósito inquebrable. Y al fin se vence siempre (al menos así me había sucedido) cuando ya a uno la misma victoria le es indiferente.
(Ricardo Güiraldes. Don Segundo Sombra)

viernes, 4 de abril de 2008

¿Alguien ha leído el Guzmán de Alfarache?

Durante la carrera de Filología Hispánica, el Guzmán de Alfarache era el prototipo de libro del que se desconocía que tuviera lectores, aunque todo el mundo hablara de él como importante novela continuadora del género picaresco.
Probablemente figuró en alguna lista de lectura de Segundo de Carrera o así, pues durante la Carrera recibíamos largas listas de lecturas obligatorias que cada cual cumplía más o menos en la medida de su aplicación, su diligencia y su interés. Yo tenía interés, pero poca diligencia y poca aplicación. El Guzmán no lo leí. Creo recordar que leí un 60% de lo que se me exigía en las diversas listas.
También es verdad que decir “exigían” es mucho decir, porque luego las lecturas apenas se controlaban y el sistema carecía de fuerza coercitiva. Se podía terminar la carrera sin haber leído lo fundamental de la Literatura española. De hecho mucha gente lo habrá hecho porque entre mis compañeros/as había casos antológicos de fobia a los libros de más de veinticinco años de antigüedad.
Yo saqué la conclusión de que, a poco que nos descuidáramos, la literatura quedaría en un conocimiento con el que podría ganarse el quesito marrón del Trivial Pursuit o el sueldo como profesor de Instituto o Universidad, repitiendo lecciones sobre autores y obras que ni el profesor ni los alumnos han leído ni se plantean leer. Como el Guzmán de Alfarache que escribió (lo sé, lo recuerdo bien, de memoria, sin mirar) Mateo Alemán.
Un absurdo lamentable.

jueves, 3 de abril de 2008

Juan Pablo II, en el recuerdo

Ayer se cumplieron tres años del fallecimiento del grandísimo Juan Pablo II. Cristina (aquí) incluyó un recuerdo oportuno que le tomo prestado, porque es de verdad una delicia para la vista. Es largo: dura siete minutos, pero son de lo más entrañables.

miércoles, 2 de abril de 2008

Vamos a ganar el mundial

Divertido cartel que aporta Embajador en el infierno (aquí). Veo que es del año del catapún porque sale Cañizares en la portería, pero sigue vigente. Se ve que nuestra Selección es decididamente abstemia.

martes, 1 de abril de 2008

Reign on me (2007), En algún lugar de la memoria


Alan Johnson, un dentista, está pasando un mal momento personal. Se encuentra un día casualmente, por la calle, con un antiguo compañero de universidad que sí que lo está pasando verdaderamente mal. El encuentro y el esfuerzo por ayudarle resulta transformador para ambos.
No había ni oído hablar de esta película y, sin embargo, es de las mías. Sencillamente magnífica. A los diez minutos ya estaba absorto, impresionado ante la intensidad de muchas escenas, la hondura de algunos momentos tristes. La esposa de Alan aparece en algún momento completando un puzle y felicitándose por haber encajado alguna pieza. Es casi un símbolo, porque Reign on me discurre un poco así: sin darte cuenta, de pronto, el guionista aporta un detalle nuevo y te completa un poco más el drama de sus personajes. De sorpresa en sorpresa.
La película tiene un tono urbano a juego con la banda sonora (también ahí me he visto o, mejor, me he oído...): Springsteen, por ejemplo, y una versión extraordinaria de The Who cuando salen las letras de crédito.
El director y guionista, Mike Binder, es un hombre de una pieza y se ha ganado mi admiración. Anoto su nombre para ayudarle a lograr la fama que se merece y a que mi memoria se esfuerce en retenerlo. En su película las almas dan gritos. Una advertencia: no es divertida (aunque arranca alguna sonrisa) y no es para ver con niños. 5/5.