Le había puesto el veto a Lorenzo Silva porque sus novelas, aunque inteligentes y entretenidas, eran un poco insustanciales y a veces escabrosas. También me dio la impresión de que estaba explotando el éxito y publicaba demasiado.
Como es un escritor ameno, y algunos amigos me hablaron bien de este libro, decidí darle otra oportunidad y no me he arrepentido: una documentada novela policíaca ambientada en Madrid, en el presente más riguroso, sin grandes complicaciones argumentales, que mezcla el buen humor con cierta sordidez de la delincuencia y añade una ligera crítica social con las dosis justas de incorrección política.
De un escritor con oficio. 4/5.