Tardé un poco en descubrir que la editorial Everest había publicado una traducción de esta novela juvenil.
Había leído este verano algunas críticas elogiosas sobre ella y la había registrado en mi lista. No me esperaba encontrármela en español.
Se trata de una novela de ciencia ficción que reivindica la libertad e intenta explicar en alguna medida el sentido del dolor. La historia se sitúa en una comunidad del futuro donde la vida está totalmente regulada; los sentimientos y pasiones se han suprimido y ya no hay sufrimientos (pero tampoco hay alegrías): son vidas en blanco y negro, sin sombras...; vidas inhumanas.
Las familias, por ejemplo, no están autorizadas a tener más de dos hijos y se los asigna la comunidad. El protagonista de la novela es Jonás, el hijo mayor de una familia. Jonás llega a percibir la insipidez y falsedad de la vida a la que están todos sometidos y trata de reaccionar.
Menos ambiciosa pero con un aire a Farenheit 451 o a Un mundo feliz. Tiene dos secuelas que quizás me lea porque me parece una novela (y un tema) recomendable para gente joven. Tal vez como consecuencia del mundo aséptico que describe, la novela resulta también un pelín insulsa. 3/5.