Novelita corta que me llegó a través de un amigo que conoce mi afición por el teatro. Cuenta la fuga de unos presos que aprovechan el autobús en que había llegado a la cárcel una compañía teatral.
Conocía al autor por una novela suya anterior, Lección de alemán, que medio leí hace unos años. Lección de alemán era una novela imaginativa, muy bien escrita, pero un poco larga y un pelín pesada. Leí dos tercios con gusto y admiración pero dejé la novela sin terminar. Me arrepiento un poco de haberla dejado a medias, porque sí saqué la impresión de que Lenz era muy buen escritor.
Sin embargo… he vuelto a fracasar con él.
No es que me haya dejado el libro a medias. Esta vez no. Era tan corto que era muy difícil dejarlo a la mitad, la verdad. Lo que ha sucedido es que, reconociéndole muchos méritos, me ha vuelto a defraudar.
El teatro de la vida cuenta cómo los presos de una cárcel alemana se escapan aprovechando que una compañía teatral ha venido al presidio y ellos mismos fingen ser actores una vez fuera.
Es original, con un punto (intencionado) de inverosimilitud. Tiene golpes de sorna, graciosos. Y un propósito que no he llegado a entender. Lo siento otra vez, porque creo que Lenz es un autor de peso, pero, a estas alturas, ya dudo que vuelva a leer algo suyo. No encajo con su modo de ser. 3/5