La película (Vania en la calle 42) es una grabación de un ensayo general de El tío Vania de Chejov en un teatro medio en ruinas en Nueva York.
He descubierto con sorpresa que el director, Louis Malle, dirigió también una película que en su día me pareció interesante: Au revoir, les enfants (Adiós, muchachos). Hoy la recuerdo como un poco pesada.
Los protagonistas se reúnen en ese teatro de la calle 42 y, aparentando ser ajenos a la grabación, se ponen sencillamente a representar a obra. Sin efectismos, sin vestuario, sin casi nada más que el texto y la actuación, el espectador (al menos, a mí me sucedió) entra completamente en la representación.
Muy bien Julianne Moore. Su personaje es de una belleza fría pero magnética y su mundo interior resulta ambiguo y misterioso. Ya comenté alguna otra vez (aquí) que esta actriz me impresiona.
4/5
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