sábado, 30 de enero de 2010

The visitor (2007), de Thomas McCarthy


Veo tan poco cine y tan tarde que no sé, la verdad, si aporta algo traerlo al blog. Pero, en la medida que las películas que veo van construyendo mi pequeño mundo, quiero dejar algún comentario aunque sólo sea para mí mismo, como recuerdo.

Impresionante película The Visitor.

Impresionante retrato del profesor Walter Vale. Muchas escenas son antológicas. Impresionante dignidad la de (¡todos!) los personajes de la película. Y fortísimo impacto el que se recibe cuando los personajes se sinceran y bajan de su pedestal o comparten el fardo de sus cargas interiores.

¡Director y guionista!: Thomas McCarthy es un hombre de gran talla. 5/5

miércoles, 27 de enero de 2010

Autorretrato con radiador (1997), de Charles Bobin


Hace dos años me descubrió José Ramón este librito que me impresionó tanto. Es un libro sencillo, un dietario de consideraciones íntimas del autor a lo largo de un año. Un libro de pequeñeces pero que resulta al final una grandísima obra. El comentario que escribí entonces lo tenéis aquí.

Hace un par de meses José Ramón volvió a enlazarme una nueva reseña sobre él (os la enlazo aquí y me parece vale la pena) y el libro renació en mi recuerdo.

El caso es que se lo he regalado a dos personas y a mí me he hecho el regalo de volver a leerlo. Le concedo además la categoría de favorito. 5/5

viernes, 22 de enero de 2010

Picnic en Hanging Rock (1975), de Peter Weir


He tenido ocasión de ver esta película tempranera de Peter Weir. Es un cineasta que sigo, porque me parecieron interesantes El club de los poetas muertos, El show de Truman y Master & Commander. También quería verla porque Picnic at Hanging Rock está ambientada en un colegio.

Se trata de una adaptación cinematográfica de un novela con el mismo título. Me temo que Weir se propuso hacer una buena adaptación más que una buena película. Y crear una atmósfera, más que contar una historia.

La trama gira en torno a la deaparición de tres alumnas y una profesora de un estricto colegio privado australiano durante una excursión campestre en 1900. Nadie sabe con seguridad lo que ha sucedido y la película intenta, por un lado, fomentar el misterio y la ambigüedad en torno a la desaparición y, por otro, mostrar cómo repercute el hecho en otras personas.

Weir carga la mano en ambientar el colegio como elitista y victoriano porque le interesa reflejar hasta qué punto las contradicciones del ser humano bullen dentro de esa apariencia formal, correcta de la educación (y, en particular, de la estricta educación inglesa).

La directora del Colegio es un precedente femenino del director de El club de los poetas muertos (que, por cierto, era también un colegio inglés localizado fuera de Inglaterra). Hay algunos temas comunes entre ambas: la poesía, la amistad, el suicidio.

Hermosa de imágenes, lenta, falta de argumento. 3/5

jueves, 21 de enero de 2010

Life of Cicero (1880), de Anthony Trollope


En busca de algo de Trollope editado en Librivox para oír, pensé en The way we live now pero era larguísimo y no me gustaba el acento de la lectora única. En cambio Life of Cicero (aquí el volúmen I) era más breve y lo lee una mujer con una voz y un acento mucho más agradables. Además el tema que trata me interesa y lo conozco.
Me he encontrado de propina que el texto está salpicado de palabras e incluso frases completas en latín, leídas con ese fuerte acento inglés inestable que las hace un poco macarrónicas y divertidas.
La biografía es amena. La vida de Cicerón es muy agitada y se desarrolla en la capital del mundo, entre figuras de talla magnífica y en un momento de fuerte crisis. Cicerón tiene la desgracia de ver hundirse un sistema político que admiraba.
En esta obra, Trollope sigue fundamentalmente las cartas y los discursos de Cicerón para ir reconstruyendo su vida y su personalidad. Dialoga también con otros biógrafos anteriores (en exceso) y discute sus opiniones. Aparentemente es ecuánime.
En la parte final del libro hace un repaso de las obras de pensamiento y explica la filosofía y llas creencias religiosas de Cicerón a quien Trollope considera un precristiano (un cristiano anterior a Cristo). Recuerdo que esta impresión también se saca de la excelente novela biográfica de Taylor Caldwell sobre Cicerón: La columna de hierro.
Con vistas a oír libros de Librivox, ha sido una buena experiencia oír un ensayo porque sufro menos cuando no entiendo algo o cuando descubro que llevo un rato sin atender.

domingo, 17 de enero de 2010

sábado, 9 de enero de 2010

El impostor (2008), de Jeffrey Archer



Esta novela es lo que en cine viene a llamarse un remake. El impostor es un remake de El conde de Montecristo pero actualizada a Inglaterra hoy. Un joven es condenado injustamente a cadena perpetua y logra escapar (influencias en esto también de la serie Prison break) y castigar a los responsables.

Me quejaba, después de leer Africanus, de la narración efectista y voy y me meto en un thriller. Pero leo tan pocos libros de este género que, cuando me hablan bien de uno, me gusta poner a prueba mis prejuicios.

Y me hablaron bien de El impostor. Me dijeron que era ameno y estaba cargado de sorpresas. Lo cierto es que me enganchó y me lo pasé bien leyéndolo pero... en su género.

Me explico un poco: las primeras 200 páginas son terriblemente artificiosas. Me recordó a una obra teatral de ésas en que se suplanta a un personaje (me viene ahora a la memoria sólo Los árboles mueren de pie pero mientras leía pensé en otra). Si el lector acepta los planteamientos de la novela (muy, muy forzados), a partir de esos presupuestos, como si se tratara de una partida de ajedrez, empieza un desarrollo imaginativo y emocionante dentro de las convenciones del género. 3/5

martes, 5 de enero de 2010

Algunas frases espigadas

Una de las razones que me mantuvo leyendo Africanus (mi comentario, aquí) cuando se me estaba atragantando fue el proyecto de ir escogiendo las frases más indigestas para luego dejar constancia de ellas en mi comentario. Aquí os dejo cuatro de los mejores momentos. Hay otras como éstas:
De pronto, desde el valle un aullido roto de dolor y furia llegó trepando por las laderas. Los más jóvenes sonrieron. Sin duda habían matado a alguien importante. Los más mayores sintieron en la zozobra que transmitía aquel grito malos presagios para el futuro. (40)
Ambos salieron de la estancia dejándola vacía: sobre la mesa unos planos de sur de la Galia, una brisa suave entraba por las ventanas, venida del mar, fresca, inocente, inconsciente de la guerra que se fraguaba en sus costas. (125)
Fabio Máximo lanzó una sonora carcajada que retumbó por entre las peñas que descendían por el abrupto desfiladero. (265)
Abrazados los dos, escuchando el son intermitente y rítmico de la intensa lluvia impactando sobre el impluvium del atrio, cayeron profundamente dormidos. Emilia soñó que tenía otro hijo: un varón. Publio soñó también con que tenía un hijo varón, pero éste era ya mayor y un mensajero, venido del frente, traía la peor de las noticias posibles, peor aún que la muerte. (520)

viernes, 1 de enero de 2010

Africanus. El hijo del Cónsul (2008), de Santiago Posteguillo


Esta novela cuenta la juventud de Escipión el Africano. Es una novela larga (casi 700 páginas) pero fácil de leer y entretenida. Descubrí por cierto que dos alumnos míos (16 y 17 años respectivamente) ya la habían leído. Dos alumnos de esos que te sorprenden. Índice de que hay más lectores por ahí, seguro. El hallazgo corrige todavía más mis prejuicios sobre la lectura juvenil (mis prejuicios eran ya menos negativos de lo que se estila).
Volviendo a la novela: no me ha gustado. A la altura de la página 300 me pensé muy seriamente si seguir leyéndola o no. Se me había ido haciendo más y más antipática. Luego se volvió un poco más amena y se me pasó el disgusto.
¿Defectos? Básicamente diría que es una novela efectista: constantes presagios subrayan deseos y temores y anticipan los acontecimientos. Los personajes, esto sobre todo, están muy estereotipados, son buenos-buenos o malos-malísimos como los personajes de una de vaqueros.
¿A favor? La novela se lee con amenidad. Me atrae además que trata un periodo de la historia de Roma que para mí era confuso (los albores del siglo II a.C.). He asentado cronológicamente a Aníbal, a Arquímedes, a Plauto y a los Escipiones.
Tenía cierto deseo de ver la historia de Roma desde el punto de vista de Escipión, el oponente político de Catón (propósito del que hablaba después de haber leído Catón el viejo de Corti. Mi comentario, aquí). Resulta imposible porque en esta novela los antagonismos son ridículos, se parece al enfrentamiento de Blancanieves y su Madrastra.
[He escrito una entrada con algunas frases selectas, aquí.]
No estoy seguro de si me leeré las continuaciones. 3/5.
[Edito la entrada para explicar el primer comentario que hice: recibí un comentario anónimo de alguien que se sintió ofendido por la crítica anterior y respondió con dureza. Ahora su comentario ha desaparecido. Supongo (descubro ahora) que el autor de un comentario (incluso siendo anónimo) tiene siempre potestad para suprimirlo cuando le dé la gana. No sé por qué me molesté en contestar. Para no echar a perder lo que escribí, explico el sentido de mis observaciones.
1 y 2. Me decía que los personajes de la novela no eran planos. Pero lo justificaba mostrando que el protagonista evolucionaba en los otros libros de la trilogía. Quizá evolucione pero debe de ser entre libro y libro. No en el que yo leí.
3. es porque, para desautorizar mi opinión, se escandalizaba de mi mucha ignorancia (mi ignorancia es infinita, la verdad) y proponía que mis alumnos me explicasen a mí (en algunas cosas, también con razón). También me llamaba mentiroso por decir que dos alumnos habían leído el libro (?).
4. Visto que a su juicio estaba claro que yo mentía, también quedaba claro que envidiaba el éxito del autor y por eso había escrito una valoración negativa del libro.
5. Entro al trapo y me enfado ante algún comentario escatológico sobre mis opiniones. Fin de la edición]