Esta novela cuenta la juventud de Escipión el Africano. Es una novela larga (casi 700 páginas) pero fácil de leer y entretenida. Descubrí por cierto que dos alumnos míos (16 y 17 años respectivamente) ya la habían leído. Dos alumnos de esos que te sorprenden. Índice de que hay más lectores por ahí, seguro. El hallazgo corrige todavía más mis prejuicios sobre la lectura juvenil (mis prejuicios eran ya menos negativos de lo que se estila).
Volviendo a la novela: no me ha gustado. A la altura de la página 300 me pensé muy seriamente si seguir leyéndola o no. Se me había ido haciendo más y más antipática. Luego se volvió un poco más amena y se me pasó el disgusto.
¿Defectos? Básicamente diría que es una novela efectista: constantes presagios subrayan deseos y temores y anticipan los acontecimientos. Los personajes, esto sobre todo, están muy estereotipados, son buenos-buenos o malos-malísimos como los personajes de una de vaqueros.
¿A favor? La novela se lee con amenidad. Me atrae además que trata un periodo de la historia de Roma que para mí era confuso (los albores del siglo II a.C.). He asentado cronológicamente a Aníbal, a Arquímedes, a Plauto y a los Escipiones.
Tenía cierto deseo de ver la historia de Roma desde el punto de vista de Escipión, el oponente político de Catón (propósito del que hablaba después de haber leído
Catón el viejo de Corti. Mi comentario,
aquí). Resulta imposible porque en esta novela los antagonismos son ridículos, se parece al enfrentamiento de Blancanieves y su Madrastra.
[He escrito una entrada con algunas frases selectas,
aquí.]
No estoy seguro de si me leeré las continuaciones. 3/5.
[Edito la entrada para explicar el primer comentario que hice: recibí un comentario anónimo de alguien que se sintió ofendido por la crítica anterior y respondió con dureza. Ahora su comentario ha desaparecido. Supongo (descubro ahora) que el autor de un comentario (incluso siendo anónimo) tiene siempre potestad para suprimirlo cuando le dé la gana. No sé por qué me molesté en contestar. Para no echar a perder lo que escribí, explico el sentido de mis observaciones.
1 y 2. Me decía que los personajes de la novela no eran planos. Pero lo justificaba mostrando que el protagonista evolucionaba en los otros libros de la trilogía. Quizá evolucione pero debe de ser entre libro y libro. No en el que yo leí.
3. es porque, para desautorizar mi opinión, se escandalizaba de mi mucha ignorancia (mi ignorancia es infinita, la verdad) y proponía que mis alumnos me explicasen a mí (en algunas cosas, también con razón). También me llamaba mentiroso por decir que dos alumnos habían leído el libro (?).
4. Visto que a su juicio estaba claro que yo mentía, también quedaba claro que envidiaba el éxito del autor y por eso había escrito una valoración negativa del libro.
5. Entro al trapo y me enfado ante algún comentario escatológico sobre mis opiniones. Fin de la edición]