Hace mucho que no dejo noticias por el blog, porque todo artista pasa de vez en cuando por etapas de sequía.
Lo dicho es por analogía. El artista digamos que soy yo y la sequía es que no sé qué decir o no tengo mucho que decir.
El curso ha entrado en su fase final: alumnos quejosos por la media o por la nota de este examen, padres preocupados porque se ve inminente el cumplimiento de lo que se veía venir, alumnos nerviosos por la selectividad (ahora PAU) que llega, etc.
Mi cerebro está casi en blanco. No consigo leer. No tengo mucho que contar.
En pequeñito (por si nos oye la SGAE) debo decir que he representado con alumnos de 13 años "Farsa y Justicia del Corregidor" de Alejandro Casona. Van ya tres representaciones diferentes: una en un hospital ante niños en tratamiento oncológico, otra para alumnos pequeños (10 y 11 años) y otra para padres. Divertidas anécdotas en todas (pero estoy cansado y me las callo). Perdonad este silencio parcial.
Tened en cuenta al menos que he roto el silencio absoluto. Gracias.
¡Oh, Cielos! Ni siquiera he felicitado a Santi por su cumpleaños.
¡Santi (si pasas por aquí): muchas felicidades atrasadas!
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