lunes, 3 de mayo de 2010

Ángulo de reposo (1971), de Wallace Stegner


Me había gustado tanto la primera novela de Stegner traducida al español (En lugar seguro, 1987; mi comentario aquí), que me planteé leer ésta en cuanto supe que también lo habían editado. Sólo me retraía su extensión (700 páginas).

El narrador inicial es un profesor universitario retirado, un historiador que decide escribir la historia de sus abuelos: un matrimonio emprendedor, que vivió en el "legendario" Oeste (California, Colorado, Idaho) a fines del XIX.

Al principio de la novela me volvió a impresionar el dominio narrativo de Stegner porque construye varios personajes distintos, de distintas épocas, les da voz y personalidad y luego combina esas voces con acierto, sin confundirlas, como un compositor se sirve de instrumentos de diferente naturaleza.

Después disminuyeron los alardes narrativos, creció la historia y me fui interesando más y más por la vida de los abuelos. No tanto por los hechos exteriores como por la evolución de cada uno y por la repercusión que esa evolución iba teniendo sobre su relación matrimonial: algo que Stegner describe con maestría (y algo que ya me había impresionado en la otra novela). Luego se me hizo un poco insípido el último tercio.

El libro empieza firme y va decayendo, también porque los protagonistas empiezan jóvenes y vigorosos y terminan gastados. Leído con trabajo. 3/5

3 comentarios:

Los duelistas (videoblog de libros) dijo...

A mi también me cuestan los libros largos. ¿Por qué ocurre esto? Dos libros de 350 páginas y uno de 700 llevan las mismas horas, el mismo disfrute, el mismo aburrimiento...
Luis

Anónimo dijo...

nada que añadir

alfonso dijo...

Anónimo, eso de "Nada que añadir" es... decir mucho. Se agradece.