En vuestro día, muchas felicidades.
miércoles, 8 de diciembre de 2010
sábado, 27 de noviembre de 2010
Desterrado (1955), de Rosemary Sutcliff
La editorial Plataforma está teniendo el detallazo de publicar una tras otra las novelas de Rosemary Sutcliff sobre la Britania romana. Son novelas históricas juveniles, con protagonistas varones, mitad romanos y mitad britanos, aventureros y heroicos. Mis reseñas de anteriores novelas de la saga aquí y aquí. Mi reseña de otra obra diferente de Sutcliff, aquí. La noticia de una película que se prepara sobre una de ellas, aquí.
Por lo que he podido leer, Desterrado (Outcast) no pertenece a la serie de El águila de la IX legión, El usurpador del imperio o Aquila, el último romano porque su protagonista no emparenta con los protagonistas de aquéllas, pero la época y el tono es el mismo. Beric es un huérfano romano criado en una aldea britana. Su pueblo lo expulsa a los quince años y a partir de entonces las desgracias se suceden para él. Pero Beric siempre se sobrepone.
Por lo que he podido leer, Desterrado (Outcast) no pertenece a la serie de El águila de la IX legión, El usurpador del imperio o Aquila, el último romano porque su protagonista no emparenta con los protagonistas de aquéllas, pero la época y el tono es el mismo. Beric es un huérfano romano criado en una aldea britana. Su pueblo lo expulsa a los quince años y a partir de entonces las desgracias se suceden para él. Pero Beric siempre se sobrepone.
Todo es un poco al estilo de Rusell Crowe en Gladiator, aunque en tono menor; sin implicar en la historia al emperador (todo lo más a un senador o a un centurión). 4/5.
lunes, 22 de noviembre de 2010
Sobre España durmiendo la siesta
Luis ha dejado una nota en los comentarios de mi entrada de ayer que está pidiendo una respuesta.
Llevo tantos días con el blog parado que he decidido responder con una entrada nueva en lugar de hacerlo con otro comentario que quedara sepultado. Aprovecho un huequecillo y redacto unas observaciones.
La lectura de Pequeñeces tenía para mí el interés de ver España en un momento de pre-crisis: 1891. Luis detectaba un paralelismo (que yo no he llegado a dejar por escrito) con el presente.
Efectivamente, entiendo que vivimos un tiempo de crisis y lo veo de la siguiente manera:
1. Crisis cultural occidental: nos hemos criticado tanto la propia cultura cristiana en los últimos tres siglos que ahora ya no sabemos lo que creemos de verdad y la mayoría de nosotros no cree nada.
2. Crisis demográfica occidental: en poco tiempo vamos a tener un serio conflicto con los pueblos musulmanes mucho más numerosos y mucho menos tolerantes.
3. Crisis política: esta crisis es europea (burocratización, partitocracia) y también específicamente española (hipertrofia de un autonomismo insolidario e insostenible).
Me parece que la vida pública mira hacia otro lado incapaz de resolver los verdaderos problemas (que le superan) y centrada más bien en los procesos electorales. La política actual me parece descorazonadora.
La prensa, en general, me parece mentirosa e irrelevante. Mira por su supervivencia económica y trata de apasionar y no de informar.
Tengo la impresión en general de formar parte de un drama que no ha salido muy bien y ya está terminando. Para que empiece el siguiente tenemos que terminar el actual, así que procuraré actuar con dignidad y hacer lo posible para no estropearlo más, pero tengo mis ilusiones puestas en el próximo.
Llevo tantos días con el blog parado que he decidido responder con una entrada nueva en lugar de hacerlo con otro comentario que quedara sepultado. Aprovecho un huequecillo y redacto unas observaciones.
La lectura de Pequeñeces tenía para mí el interés de ver España en un momento de pre-crisis: 1891. Luis detectaba un paralelismo (que yo no he llegado a dejar por escrito) con el presente.
Efectivamente, entiendo que vivimos un tiempo de crisis y lo veo de la siguiente manera:
1. Crisis cultural occidental: nos hemos criticado tanto la propia cultura cristiana en los últimos tres siglos que ahora ya no sabemos lo que creemos de verdad y la mayoría de nosotros no cree nada.
2. Crisis demográfica occidental: en poco tiempo vamos a tener un serio conflicto con los pueblos musulmanes mucho más numerosos y mucho menos tolerantes.
3. Crisis política: esta crisis es europea (burocratización, partitocracia) y también específicamente española (hipertrofia de un autonomismo insolidario e insostenible).
Me parece que la vida pública mira hacia otro lado incapaz de resolver los verdaderos problemas (que le superan) y centrada más bien en los procesos electorales. La política actual me parece descorazonadora.
La prensa, en general, me parece mentirosa e irrelevante. Mira por su supervivencia económica y trata de apasionar y no de informar.
Tengo la impresión en general de formar parte de un drama que no ha salido muy bien y ya está terminando. Para que empiece el siguiente tenemos que terminar el actual, así que procuraré actuar con dignidad y hacer lo posible para no estropearlo más, pero tengo mis ilusiones puestas en el próximo.
domingo, 21 de noviembre de 2010
Pequeñeces (1891), de Luis Coloma
Era mi segundo intento de leerla. Conservo el propósito de ir leyendo obras que tengo pendientes de la historia de la literatura española. Luis Coloma era un jesuita de buena pluma (autor del cuento del ratoncito Pérez) y, al parecer, Pereda le animó a escribir una novela. Coloma escribió Pequeñeces y la fue publicando por entregas. Tuvo un éxito tremendo pero no ha logrado un huequecillo decente en el capítulo de la novela realista española quizá por su partidismo jesuita pero también por su acusado carácter de "novela de tesis" y porque los personajes son de cartón-piedra.
Me interesé por esta obra cuando supe que fustigaba la frivolidad de la aristocracia de su tiempo.
Siempre se habla de la crisis del 98, del "desastre del 98", ese momento en que España desciende el último peldaño en la escala de la historia. Entonces caemos los españoles en la cuenta de lo que fuimos y lo que somos. Bien se podría parodiar, aplicado al país entero, el comienzo de La Regenta: "La heroica nación dormía la siesta".
Pues lo cierto es que me atrae contemplarla en esos momentos previos en que España ronca plácidamente. Y más me interesa aún si el escritor está precisamente empeñado en vano en hacerla despertar.
Me leí previamente otras dos novelas de intención semejante: "La Montálvez" de Pereda y "La espuma" de Palacio Valdés. Ninguna de las tres me ha entusiasmado pero "La espuma" es, en mi opinión, la mejor del trío.
Las críticas que se vierten en ellas van contra la alta nobleza y, más que nada, por su frivolidad y su cinismo.
En Pequeñeces se cuenta la caída de Currita de Albornoz, aristócrata, guapa y presimida, madre de familia despreocupada de sus dos hijos, mentirosa, enredadora e infiel a su marido. De ser la salsa en todos los platos de la alta sociedad madrileña pasa a ser objeto de desprecio.
Coloma sermonea un poquito (mucho menos de lo que yo me esperaba), pero sobre todo fuerza los acciones para dar un escarmiento a los personajes frívolos. Los deja triunfar en el mundo y luego los humilla. Y a los honestos, en cambio, les concede cierta reivindicación.
Pequeñeces fue, al parecer, bastante polémica. Probablemente influyera en ello el hecho de que mezcla ficción y realidad y en su tiempo podrían interpretarse con más claridad las alusiones. Casi al final de la novela Coloma sale al paso de ciertas "falsas correspondencias". Copio aquí parte de la nota al pie del autor porque deja ver un tono presumido que de vez en cuando adopta el narrador y me resultó antipático: Nuestros personajes no son retratos de individuos determinados, sino tipos de caracteres sociales; y si puede halagar la vanidad del artista que resulten sus creaciones tan reales que no pueda concebírseles sin un modelo vivo, debe de repugnar a la delicadeza y aun a la conciencia del escritor honrado el convertir por este medio un libro escrito con altos fines morales en un intencionado libelo. 3/5.
Me interesé por esta obra cuando supe que fustigaba la frivolidad de la aristocracia de su tiempo.
Siempre se habla de la crisis del 98, del "desastre del 98", ese momento en que España desciende el último peldaño en la escala de la historia. Entonces caemos los españoles en la cuenta de lo que fuimos y lo que somos. Bien se podría parodiar, aplicado al país entero, el comienzo de La Regenta: "La heroica nación dormía la siesta".
Pues lo cierto es que me atrae contemplarla en esos momentos previos en que España ronca plácidamente. Y más me interesa aún si el escritor está precisamente empeñado en vano en hacerla despertar.
Me leí previamente otras dos novelas de intención semejante: "La Montálvez" de Pereda y "La espuma" de Palacio Valdés. Ninguna de las tres me ha entusiasmado pero "La espuma" es, en mi opinión, la mejor del trío.
Las críticas que se vierten en ellas van contra la alta nobleza y, más que nada, por su frivolidad y su cinismo.
En Pequeñeces se cuenta la caída de Currita de Albornoz, aristócrata, guapa y presimida, madre de familia despreocupada de sus dos hijos, mentirosa, enredadora e infiel a su marido. De ser la salsa en todos los platos de la alta sociedad madrileña pasa a ser objeto de desprecio.
Coloma sermonea un poquito (mucho menos de lo que yo me esperaba), pero sobre todo fuerza los acciones para dar un escarmiento a los personajes frívolos. Los deja triunfar en el mundo y luego los humilla. Y a los honestos, en cambio, les concede cierta reivindicación.
Pequeñeces fue, al parecer, bastante polémica. Probablemente influyera en ello el hecho de que mezcla ficción y realidad y en su tiempo podrían interpretarse con más claridad las alusiones. Casi al final de la novela Coloma sale al paso de ciertas "falsas correspondencias". Copio aquí parte de la nota al pie del autor porque deja ver un tono presumido que de vez en cuando adopta el narrador y me resultó antipático: Nuestros personajes no son retratos de individuos determinados, sino tipos de caracteres sociales; y si puede halagar la vanidad del artista que resulten sus creaciones tan reales que no pueda concebírseles sin un modelo vivo, debe de repugnar a la delicadeza y aun a la conciencia del escritor honrado el convertir por este medio un libro escrito con altos fines morales en un intencionado libelo. 3/5.
jueves, 7 de octubre de 2010
El Reino de la Blogosfera
lunes, 13 de septiembre de 2010
Vida y destino (1960), de Vasili Grossman
Libro extraordinario pero también largo como un día sin pan (o una jornada de comienzo de curso). Centrado en la batalla de Stalingrado y en retratar a la URSS durante la II Guerra Mundial; el libro es algo así como una gran sinfonía, una especie de Guerra y Paz moderno (la comparación es tópica y figura ya en la contraportada del libro. En alguna ocasión la sugiere el propio Grossman).
A veces es anecdótico; a veces, poético; a veces, analítico... de pronto, el autor levanta la mirada de la narración y realiza impresionantes consideraciones sobre el sistema soviético, sobree el drama de la guerra, los campos de prisioneros, las cámaras de gas, la persecución ideológica o la misma condición humana. Es demoledor en sus críticas y magistral en muchas ocasiones.
Se interesa principalmente por personas que participaron (en todos los niveles) más que sobre aspectos tácticos o militares.
Me resultó imposible aclararme con los personajes (porque son muchos y porque cada uno tiene su nombre de pila, su hipocorístico, sus apellidos, su patronímico...) También es verdad que justo cuando llegué a la última página descubrí que venía un listado de personajes!!!
Cuando me recomendaron la novela, me decían que daba pena llegar al final. No me pasó tanto. Después de 1100 páginas y más de un mes con él, ya tenía ganas de acabarlo. Aunque los últimos capítulos son muy buenos.
Un gran libro (en todos los sentidos), escrito por un hombre de gran talla.
He dudado si pasarlo a la lista de favoritos, pero es que no creo que lo relea nunca, la verdad. Quizá pruebe con alguna otra obra del autor. Lo recomiendo para amigos de las novelas "peso pesado". 5/5.
domingo, 15 de agosto de 2010
La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey (2008), de Mary Ann Sheffield
Me recordó a 84 Charing Cross Road, porque habla del amor a los libros, está situada en Inglaterra, en la posguerra y es una novela epistolar.
Una escritora, Julie Ashton, recibe una carta de un desconocido habitante de la isla de Guernsey. Este hombre le explica que ha leído un libro que le había pertenecido a ella anteriormente y le pide ayuda sobre cómo conseguir otras obras del mismo autor. Como consecuencia de la correspondencia, Julie acaba carteándose con muchos otros habitantes de la isla, conoce los avatares que sufrieron durante la II Guerra Mundial, entabla amistad y acaba finalmente yendo a visitales.
Lo he leído en dos días, porque salía de viaje y no quería llevármelo a medias. Aunque no me ha "enganchado" propiamente, sí que me ha gustado.
No tengo ya el libro y no copié estas frases (soy perezoso), así que no son textuales, pero dejo la idea de cómo describía a un personaje: alguien tan seguro de sí que se cree siempre cargado de razón pero, a la vez, tan brillante, que todos se lo conceden. Y un personaje afirma en una ocasión que la lectura de los buenos libros le había hecho imposible disfrutar de los malos.
Amable e inteligente. 4/5.
Una escritora, Julie Ashton, recibe una carta de un desconocido habitante de la isla de Guernsey. Este hombre le explica que ha leído un libro que le había pertenecido a ella anteriormente y le pide ayuda sobre cómo conseguir otras obras del mismo autor. Como consecuencia de la correspondencia, Julie acaba carteándose con muchos otros habitantes de la isla, conoce los avatares que sufrieron durante la II Guerra Mundial, entabla amistad y acaba finalmente yendo a visitales.
Lo he leído en dos días, porque salía de viaje y no quería llevármelo a medias. Aunque no me ha "enganchado" propiamente, sí que me ha gustado.
No tengo ya el libro y no copié estas frases (soy perezoso), así que no son textuales, pero dejo la idea de cómo describía a un personaje: alguien tan seguro de sí que se cree siempre cargado de razón pero, a la vez, tan brillante, que todos se lo conceden. Y un personaje afirma en una ocasión que la lectura de los buenos libros le había hecho imposible disfrutar de los malos.
Amable e inteligente. 4/5.
martes, 10 de agosto de 2010
The Warden (1885), de Anthony Trollope
Novela oída gracias a Librivox.
Hay pocas cosas de Trollope (en español) en el mercado, pero escribió mucho y lo hizo con oficio.
Parte al menos de la obra de Trollope es una saga de asuntos ordinarios (clericales y burgueses) ambientada en una ciudad de provincias inventada: Barchester.
Yo he leído "Las torres de Barchester" (mi comentario, aquí) y me pareció digno, y "The Warden" era el libro anterior en la serie, así que hice la prueba. La prueba, por un lado, de ver qué tal entendía el inglés de una novela cuyo argumento desconocía (la respuesta es: aceptablemente, si bien repitiendo algunos pasajes). Por otro, la prueba de cómo influía leer después lo que es antes (la respuesta es: simplemente lamentas haber leído la otra ignorando estos acontecimientos).
La novela es corta; el argumento es muy simple: salta a la opinión pública que la renta que cobra el Director de un hospital benéfico no se ajusta a derecho. Abrumado por la sospecha, el clérigo en cuestión decide dimitir súbitamente, aunque se queda sin su fuente de ingresos. Provoca incomprensiones, desconcierto e incluso enfados. Sólo la hija menor (es un clérigo anglicano) comparte la valiente decisión de su padre. 3/5
Hay pocas cosas de Trollope (en español) en el mercado, pero escribió mucho y lo hizo con oficio.
Parte al menos de la obra de Trollope es una saga de asuntos ordinarios (clericales y burgueses) ambientada en una ciudad de provincias inventada: Barchester.
Yo he leído "Las torres de Barchester" (mi comentario, aquí) y me pareció digno, y "The Warden" era el libro anterior en la serie, así que hice la prueba. La prueba, por un lado, de ver qué tal entendía el inglés de una novela cuyo argumento desconocía (la respuesta es: aceptablemente, si bien repitiendo algunos pasajes). Por otro, la prueba de cómo influía leer después lo que es antes (la respuesta es: simplemente lamentas haber leído la otra ignorando estos acontecimientos).
La novela es corta; el argumento es muy simple: salta a la opinión pública que la renta que cobra el Director de un hospital benéfico no se ajusta a derecho. Abrumado por la sospecha, el clérigo en cuestión decide dimitir súbitamente, aunque se queda sin su fuente de ingresos. Provoca incomprensiones, desconcierto e incluso enfados. Sólo la hija menor (es un clérigo anglicano) comparte la valiente decisión de su padre. 3/5
martes, 3 de agosto de 2010
Blanca como la nieve y roja como la sangre (2010), de Alessandro D'Avenia
Novela de amor adolescente narrada por el protagonista. La novela, entre otras cosas, juega a transmitirle al lector, a través del estilo (rápido, coloquial, muy efusivo), el estado de ánimo cambiante de los adolescentes y su manera de pensar (en la medida en que el verbo pensar está vigente durante la adolescencia).
Conforme la novela se va haciendo más melodramática, el estilo, para mí, funciona mejor, porque tiene una fuerte carga poética que lo mismo amplifica los sentimientos efervescentes del narrador como logra arrancar una sonrisa. Al principio me pareció exageradamente barroco, luego me acostumbré.
Lágrimas, sonrisas, y una buena impresión final. 4/5.
Conforme la novela se va haciendo más melodramática, el estilo, para mí, funciona mejor, porque tiene una fuerte carga poética que lo mismo amplifica los sentimientos efervescentes del narrador como logra arrancar una sonrisa. Al principio me pareció exageradamente barroco, luego me acostumbré.
Lágrimas, sonrisas, y una buena impresión final. 4/5.
sábado, 31 de julio de 2010
La estrategia del agua (2010), de Lorenzo Silva
Le había puesto el veto a Lorenzo Silva porque sus novelas, aunque inteligentes y entretenidas, eran un poco insustanciales y a veces escabrosas. También me dio la impresión de que estaba explotando el éxito y publicaba demasiado.
Como es un escritor ameno, y algunos amigos me hablaron bien de este libro, decidí darle otra oportunidad y no me he arrepentido: una documentada novela policíaca ambientada en Madrid, en el presente más riguroso, sin grandes complicaciones argumentales, que mezcla el buen humor con cierta sordidez de la delincuencia y añade una ligera crítica social con las dosis justas de incorrección política.
De un escritor con oficio. 4/5.
jueves, 22 de julio de 2010
España, cantera de nacionalistas
Gracias a LHD descubro este documental de Tele 5 sobre el seguimiento en Cataluña de la aventura mundialista de la Selección de fútbol. Me ha parecido impresionante y por eso os copio el fragmento que está en youtube (10 min.) y os pongo el enlace de Tele 5 donde sale el programa entero (22 min) por si queréis verlo.
Lo que más me ha llamado la atención es el convencimiento con el que los nacionalistas experimentan que la culpa del nacionalismo es de España (que no quiere dar, no quiere reconocer, intenta quitar, mira torcido, etc.).
El documental entero: aquí.
Muy interesante y muy clarificador, en mi opinión.
Lo que más me ha llamado la atención es el convencimiento con el que los nacionalistas experimentan que la culpa del nacionalismo es de España (que no quiere dar, no quiere reconocer, intenta quitar, mira torcido, etc.).
El documental entero: aquí.
Muy interesante y muy clarificador, en mi opinión.
viernes, 16 de julio de 2010
Entre la nada y la vida (2007), de Gloria Cruz Moreno
Entre la nada y la vida es el relato de la conversión al catolicismo de la autora a los 35 años. Ella explica en el libro que se hubiera considerado católica desde mucho tiempo atrás e incluso iba a misa casi todos los domingos, pero no consideraba la fe como algo verdadero y ni siquiera creía que existiese la verdad.
La autora describe con maestría el ambiente de cinismo y escepticismo en el que se educó y cómo buscaba infructuosamente en los que le rodeaban una orientación en la vida. Incapaz de dar con el sentido de las cosas sí que descubría, en cambio, con claridad, que los criterios con los demás se conducían eran insuficientes o mentirosos.
En ese panorama de desesperación abrieron una brecha algunos ejemplos singulares de vida coherente, con los que se encontró sorprendida; pero, sobre todo, el ejemplo de Juan Pablo II. Leyendo por azar la biografía que George Weigel escribió del Papa, entendió lo que significaba creer (de verdad) y la transformación radical que esas convicciones dan a la vida.
La mayor parte del libro está dedicada a mostrar la frustración de no encontrar qué hacer con la propia vida y en esa tarea se hace un pelín reiterativo. La personalidad de la autora es, digamos, filosófica: descubre la pobreza de planteamientos vitales que a otros parecen servirles. Quizá otros lectores encuentren que Gloria Cruz exagera o se toma las cosas por la tremenda. En realidad saca las consecuencias últimas de lo que ve y descubre las inconsistencias. Para mi gusto, es un libro muy recomendable. Lo que cuenta tiene mucho interés y lo cuenta muy bien. 5/5.
La autora describe con maestría el ambiente de cinismo y escepticismo en el que se educó y cómo buscaba infructuosamente en los que le rodeaban una orientación en la vida. Incapaz de dar con el sentido de las cosas sí que descubría, en cambio, con claridad, que los criterios con los demás se conducían eran insuficientes o mentirosos.
En ese panorama de desesperación abrieron una brecha algunos ejemplos singulares de vida coherente, con los que se encontró sorprendida; pero, sobre todo, el ejemplo de Juan Pablo II. Leyendo por azar la biografía que George Weigel escribió del Papa, entendió lo que significaba creer (de verdad) y la transformación radical que esas convicciones dan a la vida.
La mayor parte del libro está dedicada a mostrar la frustración de no encontrar qué hacer con la propia vida y en esa tarea se hace un pelín reiterativo. La personalidad de la autora es, digamos, filosófica: descubre la pobreza de planteamientos vitales que a otros parecen servirles. Quizá otros lectores encuentren que Gloria Cruz exagera o se toma las cosas por la tremenda. En realidad saca las consecuencias últimas de lo que ve y descubre las inconsistencias. Para mi gusto, es un libro muy recomendable. Lo que cuenta tiene mucho interés y lo cuenta muy bien. 5/5.
martes, 22 de junio de 2010
Chuquisaca (1912), de Ciro Bayo
Este libro me ha dado muchas satisfacciones y la primera fue haberme interesado por él, porque el título no ayuda y el autor no es demasiado conocido.
Pero yo sí conocía un poco a Ciro Bayo porque había leído tiempo atrás un relato magnífico que está publicado en Cátedra: Lazarillo español.
Aquella lectura me había sorprendido y me dejó con ganas de leer más cosas de su autor. Relataba un viaje a pie, sin un duro, de Madrid a Barcelona (creo recordar) y me recordó el estilo enjundioso de Cela en Viaje a la Alcarria sólo que narrado todo con más naturalidad, sin el tono impostado de Cela que a mí se me hizo muy cargante.
Digo que me recordó a Cela porque yo lo he conocido después, pero en realidad Bayo (1860-1939) es un precedente de Cela.
Después de investigar un poco, me parece recordar que concluí que Ciro Bayo era un escritor perdido, desencuadrado, de esos escritores "injustamente olvidados". Y que de él no había ningún otro libro editado actualmente.
Hasta que llegó la Feria del Libro de 2009. Ya he contado alguna vez que a mí la Feria no me atrae mucho. Se pasa de ordinario un calor de muerte y casi todas las casetas tienen escaparates muy parecidos. Compro algo por impulso y me traigo a casa media docena de catálogos que nunca llego a consultar después. Estuve en la Feria un día el año pasado porque me "arrastraron". Allí me acerqué a un puesto compartido a medias por las editoriales "El rey Lear" y "Ediciones del Viento" y me gustó mucho lo que vi. (Dicho sea de paso: Ediciones del Viento es una editorial de La Coruña y sus libros son muy curiosos. Chuquisaca es un ejemplo.) Me interesé por este libro, aunque no hasta el punto de comprarlo. Ya he contado lo que atañe a mi interés por Bayo, pero también me interesaba Bolivia pues tengo un gran amigo boliviano. Un año después satisfago esa inquietud y disfruto mucho haciéndolo.
El libro está basado en las andanzas reales del autor quien en 1892, montado a caballo, pretendía llegar a Chicago partiendo de Tucumán (Argentina).
Se detuvo en Chuquisaca (actual Sucre), montó una escuelita y pasó tres años como maestro que, junto con otros en distintos oficios, le dan a Bayo para hacer un retrato en apariencia equilibrado del sg XIX boliviano, entreverado de sus propios sucesos. 4/5.
Pero yo sí conocía un poco a Ciro Bayo porque había leído tiempo atrás un relato magnífico que está publicado en Cátedra: Lazarillo español.
Aquella lectura me había sorprendido y me dejó con ganas de leer más cosas de su autor. Relataba un viaje a pie, sin un duro, de Madrid a Barcelona (creo recordar) y me recordó el estilo enjundioso de Cela en Viaje a la Alcarria sólo que narrado todo con más naturalidad, sin el tono impostado de Cela que a mí se me hizo muy cargante.
Digo que me recordó a Cela porque yo lo he conocido después, pero en realidad Bayo (1860-1939) es un precedente de Cela.
Después de investigar un poco, me parece recordar que concluí que Ciro Bayo era un escritor perdido, desencuadrado, de esos escritores "injustamente olvidados". Y que de él no había ningún otro libro editado actualmente.
Hasta que llegó la Feria del Libro de 2009. Ya he contado alguna vez que a mí la Feria no me atrae mucho. Se pasa de ordinario un calor de muerte y casi todas las casetas tienen escaparates muy parecidos. Compro algo por impulso y me traigo a casa media docena de catálogos que nunca llego a consultar después. Estuve en la Feria un día el año pasado porque me "arrastraron". Allí me acerqué a un puesto compartido a medias por las editoriales "El rey Lear" y "Ediciones del Viento" y me gustó mucho lo que vi. (Dicho sea de paso: Ediciones del Viento es una editorial de La Coruña y sus libros son muy curiosos. Chuquisaca es un ejemplo.) Me interesé por este libro, aunque no hasta el punto de comprarlo. Ya he contado lo que atañe a mi interés por Bayo, pero también me interesaba Bolivia pues tengo un gran amigo boliviano. Un año después satisfago esa inquietud y disfruto mucho haciéndolo.
El libro está basado en las andanzas reales del autor quien en 1892, montado a caballo, pretendía llegar a Chicago partiendo de Tucumán (Argentina).
Se detuvo en Chuquisaca (actual Sucre), montó una escuelita y pasó tres años como maestro que, junto con otros en distintos oficios, le dan a Bayo para hacer un retrato en apariencia equilibrado del sg XIX boliviano, entreverado de sus propios sucesos. 4/5.
jueves, 10 de junio de 2010
miércoles, 9 de junio de 2010
La historia secreta de Tom Trueheart (2006), de Ian Beck
Me he leído este libro porque su traductor al español fue alumno mío cuando estudiaba Bachillerato y me dijo que se había divertido mucho traduciéndolo. Me hacía mucha ilusión poder valorar ese trabajo y también leer algún libro infantil que valiera la pena: ¡Parecen todos los libros infantiles y juveniles tan anodinos e intercambiables!
La historia secreta de Tom Trueheart es un ameno libro infantil que tiene a un niño de doce años como protagonista (y supongo que en sus alrededores está el lector tipo al que el libro va dirigido). Tom Trueheart es el menor de siete hermanos y se ve en la obligación de salir a la aventura en rescate de sus hermanos, que han desaparecido misteriosamente.
El libro es inteligente, bienhumorado y fantasioso.
Original y ameno. Está bien. 4/5
viernes, 28 de mayo de 2010
Farsa y Justicia del Corregidor
Hace mucho que no dejo noticias por el blog, porque todo artista pasa de vez en cuando por etapas de sequía.
Lo dicho es por analogía. El artista digamos que soy yo y la sequía es que no sé qué decir o no tengo mucho que decir.
El curso ha entrado en su fase final: alumnos quejosos por la media o por la nota de este examen, padres preocupados porque se ve inminente el cumplimiento de lo que se veía venir, alumnos nerviosos por la selectividad (ahora PAU) que llega, etc.
Mi cerebro está casi en blanco. No consigo leer. No tengo mucho que contar.
En pequeñito (por si nos oye la SGAE) debo decir que he representado con alumnos de 13 años "Farsa y Justicia del Corregidor" de Alejandro Casona. Van ya tres representaciones diferentes: una en un hospital ante niños en tratamiento oncológico, otra para alumnos pequeños (10 y 11 años) y otra para padres. Divertidas anécdotas en todas (pero estoy cansado y me las callo). Perdonad este silencio parcial.
Tened en cuenta al menos que he roto el silencio absoluto. Gracias.
¡Oh, Cielos! Ni siquiera he felicitado a Santi por su cumpleaños.
¡Santi (si pasas por aquí): muchas felicidades atrasadas!
Lo dicho es por analogía. El artista digamos que soy yo y la sequía es que no sé qué decir o no tengo mucho que decir.
El curso ha entrado en su fase final: alumnos quejosos por la media o por la nota de este examen, padres preocupados porque se ve inminente el cumplimiento de lo que se veía venir, alumnos nerviosos por la selectividad (ahora PAU) que llega, etc.
Mi cerebro está casi en blanco. No consigo leer. No tengo mucho que contar.
En pequeñito (por si nos oye la SGAE) debo decir que he representado con alumnos de 13 años "Farsa y Justicia del Corregidor" de Alejandro Casona. Van ya tres representaciones diferentes: una en un hospital ante niños en tratamiento oncológico, otra para alumnos pequeños (10 y 11 años) y otra para padres. Divertidas anécdotas en todas (pero estoy cansado y me las callo). Perdonad este silencio parcial.
Tened en cuenta al menos que he roto el silencio absoluto. Gracias.
¡Oh, Cielos! Ni siquiera he felicitado a Santi por su cumpleaños.
¡Santi (si pasas por aquí): muchas felicidades atrasadas!
jueves, 6 de mayo de 2010
The jungle book (1894), de Rudyard Kipling
Tengo aprecio por la figura de Kipling y, sin embargo, mi aprecio no acaba de encontrar refrendo en sus libros. Me gustó Kim, hace años, pero sin entusiasmos; y ahora me ha gustado The jungle book, también sin entusiasmos.
La parte de Baloo, Mowli y compañía (los cuatro primeros capítulos) la tengo estragada. No he logrado librarme del recuerdo de la versión de Walt Disney. Es un recuerdo lejano, pero que se impone. Las otras historias, a su lado, se convierten en una especie de prórroga un poco insípida.
En general, The jungle book comparte ese ecologismo primero que usaba el recurso divertido de pintar a los animales como hombres y a los hombres como animales. Ahora que legalmente se le conceden a las bestias cosas que se niegan a las personas, que falta sensibilidad ante muchas injusticias y sufrimientos humanos pero sobra para protestar contra los abrigos de pieles, el toreo o la caza... Ahora que se protegen los huevos de águila real o las crías del lince ibérico mientras se promueve el aborto o se les dan "derechos" a los monos... ahora ese tono simpático ya no me hace gracia. Casi diría que estas lecturas han pasado a ser poco recomendables, subversivas.
En fin, quizá exagero un poco. 3/5.
lunes, 3 de mayo de 2010
Ángulo de reposo (1971), de Wallace Stegner
Me había gustado tanto la primera novela de Stegner traducida al español (En lugar seguro, 1987; mi comentario aquí), que me planteé leer ésta en cuanto supe que también lo habían editado. Sólo me retraía su extensión (700 páginas).
El narrador inicial es un profesor universitario retirado, un historiador que decide escribir la historia de sus abuelos: un matrimonio emprendedor, que vivió en el "legendario" Oeste (California, Colorado, Idaho) a fines del XIX.
Al principio de la novela me volvió a impresionar el dominio narrativo de Stegner porque construye varios personajes distintos, de distintas épocas, les da voz y personalidad y luego combina esas voces con acierto, sin confundirlas, como un compositor se sirve de instrumentos de diferente naturaleza.
Después disminuyeron los alardes narrativos, creció la historia y me fui interesando más y más por la vida de los abuelos. No tanto por los hechos exteriores como por la evolución de cada uno y por la repercusión que esa evolución iba teniendo sobre su relación matrimonial: algo que Stegner describe con maestría (y algo que ya me había impresionado en la otra novela). Luego se me hizo un poco insípido el último tercio.
El libro empieza firme y va decayendo, también porque los protagonistas empiezan jóvenes y vigorosos y terminan gastados. Leído con trabajo. 3/5
viernes, 23 de abril de 2010
La ratonera (1952), de Agatha Christie
Ayer estuve en el teatro con algunos alumnos viendo "La ratonera", esa exitosísima obra de Agatha Christie. Me pareció digna, entretenida y bien realizada pero no me gustó demasiado. La primera parte es fluida pero la segunda está constantemente interrumpida por arrebatos melodramáticos y conversaciones ambiguas y enigmáticas. La autora necesita confundir al espectador y, a la vez, ir justificando el desenlace. Por eso provoca aquí y allá bruscas y artificiosas explosiones sentimentales. A los chicos les gustó. 3/5.
lunes, 19 de abril de 2010
Life of Our Lord (1849?), de Charles Dickens
Life of Our Lord es una obrilla que Dickens escribió para sus hijos. No pretendió imprimirla y quedó inédita a su muerte. Es, de alguna forma, el Evangelio según Dickens porque hace un repaso ordenado de la vida y enseñanzas de nuestro Señor. Por estar dirigido a niños, incluye algún pudoroso eufemismo y la explicación sencilla de ciertos términos y de ciertos personajes. También incluye algunas consideraciones exegéticas: Dickens, de vez en cuando, interrumpe el relato para remachar brevemente el sentido de algún pasaje. Se nota que pone un empeño especial en asegurar que sus hijos no menosprecien a los pobres o los ignorantes sino que sepan compadecerse de ellos.
Me llamó la atención la manera en que trata la Última Cena, sin ninguna referencia a la Eucaristía. Quizá no debería haberme sorprendido. También me resultó desconcertante el final, pues resume a sus hijos la conducta cristiana que les propone seguir y les explica que, de esa forma, "vivirán y morirán en paz" y, la verdad, ésas me parecen razones de cortos vuelos, poco trascendentes, sin una mención más clara de Dios o de la Vida eterna.
No me gustó demasiado el acento del lector y se me atraganta el énfasis que pone en algunas frases. Por si queréis oírlo (en inglés), creo que este enlace os conduce a él. 3/5
miércoles, 14 de abril de 2010
Dar clase con la boca cerrada (2000), de Donald Finkel
Partiendo del principio pedagógico de que los alumnos aprenden más cuanto más participen en el proceso de su educación, sugiere el autor que los profesores (sobre todo en humanidades) sean menos "magistrales" y busquen, en cambio, otros métodos de enseñanza donde el alumno esté más activo: que lea más, que hable, que escriba... Bien.
El autor está pensando (algo) en la enseñanza secundaria y (un poco más) en la universidad. Describe con bastante pormenor algunas experiencias didácticas. Me interesó mucho, por ejemplo, el diseño muy participativo de un curso de filosofía sobre Sócrates. Otras experiencias me parecieron menos interesantes y también están descritas minuciosamente. Me he saltado páginas. 2/5.
domingo, 11 de abril de 2010
La tele, el internet y los invitados...
Un vídeo al parecer ya antiguo pero expresivo sobre Internet (aplicable también a la TV).
Vía La huella digital.
Vía La huella digital.
jueves, 8 de abril de 2010
Pasión por la Verdad (2010), de Alfonso Sanz
Está muy desaconsejado mezclar la familia y el trabajo porque los problemas laborales traspasan entonces, inevitablemente, su ámbito propio. Pienso que también debe estar desaconsejado mezclar la amistad y el blog, porque cuando recoges la valoración del libro de un amigo puedes perder el amigo. Además es muy difícil mantener la ecuanimidad en la crítica.
Pues bien, este libro lo ha escrito un amigo mío, sacerdote, y sin embargo me atrevo a comentarlo... porque dudo de que pierda su amistad por este comentario y porque el libro me ha gustado y mi comentario no herirá.
Es un libro de religión: la Verdad de la que se habla no es la de Sócrates o Aristóteles, es Cristo. La Pasión por la Verdad es pasión por la sinceridad de vida, pasión por el amor y pasión por Cristo (todo casi como sinónimos). El tono del libro (haciendo justicia al título) es apasionado: cargado de retórica, de metáforas, ejemplos, comparaciones; muy denso, pero fácil y rápido de leer. Avanza el lector sin dificultad, a paso veloz, hasta que de pronto aparece, digamos, un cambio de rasante y una curva: al volver una línea el lector encuentra una afirmación sorprendente, una paradoja, algún atrevimiento intelectual. Entonces uno se lamenta de ir rápido y te ves invitado a reflexionar un poco más, a examinar esa afirmación osada.
El libro invita al realismo, al amor a la vida y al amor a Cristo.
Junto a las numerosas referencias evangélicas hay también abundantes alusiones literarias a las obras favoritas del autor. 4/5
martes, 6 de abril de 2010
Lost in Austen (2008)
Lost in Austen es una divertida miniserie de la BBC que hace un intercambio entre Elizabeth Bennet, la protagonista de Orgullo y Prejuicio, y Amanda Price, una chica londinense de hoy, lectora empedernida del libro de Austen.
Amanda se esfuerza en que la historia de Orgullo y Prejuicio siga su curso pero, al faltar Elizabeth, muchos acontecimientos se tuercen y la propia Amanda no sabe qué lugar debe ella ocupar en cada ocasión.
Las variantes que se van generando resultan entretenidas aunque en ocasiones puntuales el guión se vuelve un poco zafio al llevar al pasado la desorientación moral del personaje moderno.
3/5
miércoles, 24 de marzo de 2010
MANIFIESTO DE MAESTROS Y PROFESORES
Por un sistema educativo libre, eficaz e independiente
Cuando la soledad de un amplio colectivo de ciudadanos y la falta de representación política de sus argumentos impelen al desencanto y a la irritación, pero también a la sagacidad, es un deber inexcusable de la sociedad civil tomar la iniciativa y exigir que se tengan en cuenta sus reivindicaciones.
Sostenemos como incontrovertibles las siguientes evidencias: que el de los docentes es uno de los colectivos profesionales de España más desguarnecido, más irrepresentado, más desengañado, más enfadado y, en última instancia, más capacitado para denunciar el cúmulo de atropellos que se han ido cometiendo desde hace más de veinte años; que las diversas reformas educativas han fracasado estrepitosamente en todos sus planteamientos y han condenado a generaciones de estudiantes españoles a ser de las peor preparadas de la Unión Europea; que las circunstancias económicas de nuestro país obligan a dar, cuanto antes, un giro radical en la política educativa que han venido proponiendo hasta ahora los partidos políticos con representación parlamentaria, ya que, de no ser así, ninguna reforma logrará el objetivo -suponemos que sincero- de sacar a España de la grave crisis en la que se halla inmersa.
Por ello, y ante el anuncio de las negociaciones que el Ministerio de Educación está llevando a cabo con diferentes grupos políticos y con los principales sindicatos de la enseñanza, los abajo firmantes (maestros de Primaria, profesores de Secundaria y Bachillerato, profesores de Formación Profesional, profesores de Universidad, padres, madres y ciudadanos en general) nos vemos en la necesidad de exigir:
1.- Que el Pacto por la Educación incluya el criterio de los profesionales de la enseñanza que están dando clase -y no sólo de quienes dicen ser sus representantes-, únicos expertos hasta el momento y principales conocedores de la realidad de las aulas españolas.
2.- Que el Pacto por la Educación se despoje de una vez por todas de la influencia de modas pedagógicas que no valoran el esfuerzo, la disciplina o la transmisión de conocimientos; limite las atribuciones de psicólogos y pedagogos, tanto en la administración como en los centros, a los fines estrictos de su adscripción, y se atenga exclusivamente a la realidad de unos estudiantes que necesitan con urgencia una formación en contenidos exigente para afrontar los retos del futuro.
3.- Que el Pacto por la Educación impida todo intento de manipulación ideológica de los planes de estudios, evite cualquier prejuicio partidista o electoralista, se atenga únicamente a los hechos, detecte los problemas más acuciantes y actúe en consecuencia, sin que se vea lastrado o condicionado por intereses espurios que nada tienen que ver con la enseñanza.
4.- Que el Pacto por la Educación no confunda, como se viene haciendo desde hace más de veinte años, la igualdad de oportunidades de una enseñanza obligatoria hasta los 16 años con la uniformidad de capacidades, y el derecho universal a una educación de calidad con la obligación de recibir unos mismos contenidos, exigencia que atenta contra los derechos individuales, niega que existan personas con distintas capacidades físicas e intelectuales o con perspectivas e intereses diversos, e impide que el Estado salvaguarde la legítima aspiración de los ciudadanos a promocionar socialmente.
5.- Que el Pacto por la Educación conciba una Enseñanza Infantil que no ignore que los niños de edades comprendidas entre los 0 y los 4 años han de pasar la mayor parte del tiempo con sus padres, aun cuando eso signifique que deban reconsiderarse las actuales normativas que rigen los permisos de maternidad y paternidad y los horarios laborales de los progenitores; que no eluda la responsabilidad de iniciar el aprendizaje de ciertas habilidades intelectuales cuando la capacidad o la inclinación de los alumnos así lo requieran; que no se entienda, en definitiva, como una etapa en la que sus profesionales han de quedar reducidos a ser simples nodrizas.
6.- Que el Pacto por la Educación considere la Enseñanza Primaria como el ciclo más importante en la formación del alumno, limite la promoción automática a los primeros años de la etapa, no desdeñe el rigor y la exigencia necesarios para afianzar tanto las habilidades primordiales en lectoescritura y cálculo matemático como los conocimientos básicos de otras disciplinas también esenciales, y no eluda la necesidad de plantear una Primaria hasta los 14 años. Pero que, sobre todo, haga de este periodo de aprendizaje el mejor momento para guiar al alumno en su futuro académico demandándole tenacidad, disciplina y esfuerzo, y detectando a tiempo y prestando una mayor atención a los problemas que puedan surgirle mediante una exigente labor de orientación -labor que sólo tiene sentido y es eficiente en esta etapa- que huya de la inútil burocracia actual y, principalmente, a través de programas de refuerzo dentro y fuera del aula.
7.- Que el Pacto por la Educación recapacite sobre la conveniencia de mantener, contra viento, marea y estadísticas adversas, la Enseñanza Secundaria, etapa que se ha revelado como uno de los mayores fracasos de las últimas reformas legales; que conciba, en su lugar, la creación de un Bachillerato de 4 años de duración que recupere el valor del mérito académico acabando con la promoción automática y restablezca la especificidad que le da sentido y que lo define como la etapa preparatoria para los estudios superiores; que se atreva a abordar definitivamente una reforma de la Formación Profesional que convierta esta etapa en el motor más importante para transformar el modelo productivo de nuestro país, y que evite que se la continúe considerando una simple alternativa para aquellos que no pueden acceder al Bachillerato, otorgándole, para ello, 4 años de duración tras la Primaria, dotándola de medios y dignificando sus objetivos mediante el mérito y la excelencia.
8.- Que el Pacto por la Educación no condene a los alumnos que fracasan a la precariedad laboral y que incluya con carácter de urgencia, para ello, un tercer itinerario de Iniciación Profesional a los 14 años -de 2 años de duración- que armonice la presencia de las asignaturas instrumentales con una atención especial a materias exclusivamente prácticas, procurando así una cualificación profesional temprana y una salida laboral digna y suficiente como para no impedir la promoción social a la que todo ciudadano tiene derecho.
9.- Que el Pacto por la Educación plantee un sistema de conexión de los diferentes itinerarios salidos de la Enseñanza Primaria con racionalidad y sentido común, mediante cursos puente o exámenes de ingreso que huyan de la excesiva condescendencia que existe hoy día.
10.- Que el Pacto por la Educación evite la impostura de los actuales procedimientos de evaluación del sistema de enseñanza y plantee la urgente necesidad de unas reválidas estatales y vinculantes al final de cada etapa que hagan de los resultados el único y principal indicador fiable de la realidad de alumnado y profesorado.
11.- Que el Pacto por la Educación dignifique la figura del docente modificando, para ello, la actual estructura de los centros de enseñanza, facilite su labor rebajando el número de alumnos por aula, restablezca su autoridad devolviendo al claustro de profesores las competencias disciplinarias y restituya su autonomía confiriéndole la competencia para elegir a los directores y otorgando a los diferentes departamentos didácticos la libertad real para elaborar los planes de estudios.
12.- Que el Pacto por la Educación dignifique la figura del docente confiando a su único criterio las cuestiones derivadas de la enseñanza, despojándole de atribuciones ajenas a su cometido, acabando de una vez por todas con el absurdo sistema de promoción horizontal, incentivando su carrera mediante la búsqueda del estímulo académico y laboral, que, en todo caso, nada tiene que ver con los cursillos que actualmente organizan sindicatos y centros de profesores y recursos, dignificando el menoscabado Cuerpo de Catedráticos de Bachillerato y concibiendo un sistema de acceso a la función pública docente diferenciado para cada etapa educativa y basado exclusivamente en la excelencia.
13.- Que el Pacto por la Educación proponga por fin respuestas serias y contundentes a los graves problemas que sufre la Universidad española, que recorte el número de universidades a fin de evitar la actual infradotación y la mediocridad a las que están expuestas, que reconduzca la vigente política de títulos a patrones de sensatez científica y económica, que racionalice los planes de estudios, que modifique los actuales modelos de gestión administrativa y emprenda una desburocratización en masa, que solucione los antimeritocráticos estándares de selección y de evaluación del profesorado, que reconsidere y adapte a la realidad de nuestro país los dudosos procesos que se han seguido para adoptar los nuevos requisitos de Bolonia, y que potencie programas de investigación con dotación suficiente evitando por ley la influencia política que hoy día impide o pone en entredicho, no sólo la eficiencia y la utilidad de éstos, sino el libre debate de ideas y, sobre todo, el concurso de toda disidencia crítica.
Cuando la soledad de un amplio colectivo de ciudadanos y la falta de representación política de sus argumentos impelen al desencanto y a la irritación, pero también a la sagacidad, es un deber inexcusable de la sociedad civil tomar la iniciativa y exigir que se tengan en cuenta sus reivindicaciones.
Sostenemos como incontrovertibles las siguientes evidencias: que el de los docentes es uno de los colectivos profesionales de España más desguarnecido, más irrepresentado, más desengañado, más enfadado y, en última instancia, más capacitado para denunciar el cúmulo de atropellos que se han ido cometiendo desde hace más de veinte años; que las diversas reformas educativas han fracasado estrepitosamente en todos sus planteamientos y han condenado a generaciones de estudiantes españoles a ser de las peor preparadas de la Unión Europea; que las circunstancias económicas de nuestro país obligan a dar, cuanto antes, un giro radical en la política educativa que han venido proponiendo hasta ahora los partidos políticos con representación parlamentaria, ya que, de no ser así, ninguna reforma logrará el objetivo -suponemos que sincero- de sacar a España de la grave crisis en la que se halla inmersa.
Por ello, y ante el anuncio de las negociaciones que el Ministerio de Educación está llevando a cabo con diferentes grupos políticos y con los principales sindicatos de la enseñanza, los abajo firmantes (maestros de Primaria, profesores de Secundaria y Bachillerato, profesores de Formación Profesional, profesores de Universidad, padres, madres y ciudadanos en general) nos vemos en la necesidad de exigir:
1.- Que el Pacto por la Educación incluya el criterio de los profesionales de la enseñanza que están dando clase -y no sólo de quienes dicen ser sus representantes-, únicos expertos hasta el momento y principales conocedores de la realidad de las aulas españolas.
2.- Que el Pacto por la Educación se despoje de una vez por todas de la influencia de modas pedagógicas que no valoran el esfuerzo, la disciplina o la transmisión de conocimientos; limite las atribuciones de psicólogos y pedagogos, tanto en la administración como en los centros, a los fines estrictos de su adscripción, y se atenga exclusivamente a la realidad de unos estudiantes que necesitan con urgencia una formación en contenidos exigente para afrontar los retos del futuro.
3.- Que el Pacto por la Educación impida todo intento de manipulación ideológica de los planes de estudios, evite cualquier prejuicio partidista o electoralista, se atenga únicamente a los hechos, detecte los problemas más acuciantes y actúe en consecuencia, sin que se vea lastrado o condicionado por intereses espurios que nada tienen que ver con la enseñanza.
4.- Que el Pacto por la Educación no confunda, como se viene haciendo desde hace más de veinte años, la igualdad de oportunidades de una enseñanza obligatoria hasta los 16 años con la uniformidad de capacidades, y el derecho universal a una educación de calidad con la obligación de recibir unos mismos contenidos, exigencia que atenta contra los derechos individuales, niega que existan personas con distintas capacidades físicas e intelectuales o con perspectivas e intereses diversos, e impide que el Estado salvaguarde la legítima aspiración de los ciudadanos a promocionar socialmente.
5.- Que el Pacto por la Educación conciba una Enseñanza Infantil que no ignore que los niños de edades comprendidas entre los 0 y los 4 años han de pasar la mayor parte del tiempo con sus padres, aun cuando eso signifique que deban reconsiderarse las actuales normativas que rigen los permisos de maternidad y paternidad y los horarios laborales de los progenitores; que no eluda la responsabilidad de iniciar el aprendizaje de ciertas habilidades intelectuales cuando la capacidad o la inclinación de los alumnos así lo requieran; que no se entienda, en definitiva, como una etapa en la que sus profesionales han de quedar reducidos a ser simples nodrizas.
6.- Que el Pacto por la Educación considere la Enseñanza Primaria como el ciclo más importante en la formación del alumno, limite la promoción automática a los primeros años de la etapa, no desdeñe el rigor y la exigencia necesarios para afianzar tanto las habilidades primordiales en lectoescritura y cálculo matemático como los conocimientos básicos de otras disciplinas también esenciales, y no eluda la necesidad de plantear una Primaria hasta los 14 años. Pero que, sobre todo, haga de este periodo de aprendizaje el mejor momento para guiar al alumno en su futuro académico demandándole tenacidad, disciplina y esfuerzo, y detectando a tiempo y prestando una mayor atención a los problemas que puedan surgirle mediante una exigente labor de orientación -labor que sólo tiene sentido y es eficiente en esta etapa- que huya de la inútil burocracia actual y, principalmente, a través de programas de refuerzo dentro y fuera del aula.
7.- Que el Pacto por la Educación recapacite sobre la conveniencia de mantener, contra viento, marea y estadísticas adversas, la Enseñanza Secundaria, etapa que se ha revelado como uno de los mayores fracasos de las últimas reformas legales; que conciba, en su lugar, la creación de un Bachillerato de 4 años de duración que recupere el valor del mérito académico acabando con la promoción automática y restablezca la especificidad que le da sentido y que lo define como la etapa preparatoria para los estudios superiores; que se atreva a abordar definitivamente una reforma de la Formación Profesional que convierta esta etapa en el motor más importante para transformar el modelo productivo de nuestro país, y que evite que se la continúe considerando una simple alternativa para aquellos que no pueden acceder al Bachillerato, otorgándole, para ello, 4 años de duración tras la Primaria, dotándola de medios y dignificando sus objetivos mediante el mérito y la excelencia.
8.- Que el Pacto por la Educación no condene a los alumnos que fracasan a la precariedad laboral y que incluya con carácter de urgencia, para ello, un tercer itinerario de Iniciación Profesional a los 14 años -de 2 años de duración- que armonice la presencia de las asignaturas instrumentales con una atención especial a materias exclusivamente prácticas, procurando así una cualificación profesional temprana y una salida laboral digna y suficiente como para no impedir la promoción social a la que todo ciudadano tiene derecho.
9.- Que el Pacto por la Educación plantee un sistema de conexión de los diferentes itinerarios salidos de la Enseñanza Primaria con racionalidad y sentido común, mediante cursos puente o exámenes de ingreso que huyan de la excesiva condescendencia que existe hoy día.
10.- Que el Pacto por la Educación evite la impostura de los actuales procedimientos de evaluación del sistema de enseñanza y plantee la urgente necesidad de unas reválidas estatales y vinculantes al final de cada etapa que hagan de los resultados el único y principal indicador fiable de la realidad de alumnado y profesorado.
11.- Que el Pacto por la Educación dignifique la figura del docente modificando, para ello, la actual estructura de los centros de enseñanza, facilite su labor rebajando el número de alumnos por aula, restablezca su autoridad devolviendo al claustro de profesores las competencias disciplinarias y restituya su autonomía confiriéndole la competencia para elegir a los directores y otorgando a los diferentes departamentos didácticos la libertad real para elaborar los planes de estudios.
12.- Que el Pacto por la Educación dignifique la figura del docente confiando a su único criterio las cuestiones derivadas de la enseñanza, despojándole de atribuciones ajenas a su cometido, acabando de una vez por todas con el absurdo sistema de promoción horizontal, incentivando su carrera mediante la búsqueda del estímulo académico y laboral, que, en todo caso, nada tiene que ver con los cursillos que actualmente organizan sindicatos y centros de profesores y recursos, dignificando el menoscabado Cuerpo de Catedráticos de Bachillerato y concibiendo un sistema de acceso a la función pública docente diferenciado para cada etapa educativa y basado exclusivamente en la excelencia.
13.- Que el Pacto por la Educación proponga por fin respuestas serias y contundentes a los graves problemas que sufre la Universidad española, que recorte el número de universidades a fin de evitar la actual infradotación y la mediocridad a las que están expuestas, que reconduzca la vigente política de títulos a patrones de sensatez científica y económica, que racionalice los planes de estudios, que modifique los actuales modelos de gestión administrativa y emprenda una desburocratización en masa, que solucione los antimeritocráticos estándares de selección y de evaluación del profesorado, que reconsidere y adapte a la realidad de nuestro país los dudosos procesos que se han seguido para adoptar los nuevos requisitos de Bolonia, y que potencie programas de investigación con dotación suficiente evitando por ley la influencia política que hoy día impide o pone en entredicho, no sólo la eficiencia y la utilidad de éstos, sino el libre debate de ideas y, sobre todo, el concurso de toda disidencia crítica.
Para firmar, AQUÍ
(Visto aquí)
martes, 23 de marzo de 2010
Mi nombre es Asher Lev (1972), de Chaim Potok
Asher Lev es un niño judío estadounidense hijo de una familia muy observante. Asher tiene temperamento artístico y un don para la pintura. Esta afición irrefrenable se convierte en un obstáculo en la vida familiar y religiosa. Salvo contadas excepciones, los judíos ven el arte como algo inútil, e incluso inmoral. Y entre los que opinan así está el padre de Asher.
Asher desarrolla su vocación, por tanto, en medio de profundos conflictos personales, familiares y sociales. Estos conflictos se presentan con viveza existencial y no quedan del todo resueltos.
El estilo (los diálogos tensos, la hipersensibilidad de Asher) es sobrio, cortante, pero también poético y, en mi opinión, muy conseguido.
Una novela valiente, difícil, llena de preguntas. 5/5.
miércoles, 17 de marzo de 2010
La reina Victoria (The young Victoria, 2009), de Jean-Marc Vallée
Hace tiempo que, en el cine, se me estropeó el paladar para los thrillers. No sé por qué pero de ordinario no los resisto más de diez o quince minutos. Quizá es que estoy nervioso o cansado o tal vez se trate de una cuestión generacional. A lo mejor es una fase.
El caso es que últimamente casi sólo aguanto bien las películas "de mujeres". Me interesa más el drama y el diálogo que la acción o la aventura.
Y esta es una historia de amor y de intrigas palaciegas, y una película de época (la palabra "época" resulta un curioso recurso para precisar sin precisar). Trata de una historia sentimental y tiene sentido del humor. Es además una película de mucha calidad aunque le echo en falta un poco más de argumento y de fuerza.
4/5.
domingo, 14 de marzo de 2010
Belarmino y Apolonio (1921), de Ramón Pérez de Ayala
No había leído nada de Pérez de Ayala y le tenía cierto respeto por su fama de novelista intelectual, pero quería ir "tapando vías de agua": siempre me ha disgustado hablar en clase de libros o autores de los que sólo tengo prejuicios. Y aunque ahora, la verdad, en el bachillerato español ya no se estudia apenas literatura, aún así intento poco a poco recortarle terreno a mi ignorancia.
Esperaba más de este libro, realmente. Por el momento en que escribe, por el carácter liberal de escritor, por su fama de anglófilo, esperaba disfrutar con la novela. La introducción de Andrés Amorós (en la edición de Cátedra que he usado) había disparado mis espectativas.
Pero leerla ha sido como una larga excursión por un monte sin gracia. No hay interés argumental y el discurso se va haciendo progresivamente más pesado.
Las continuas digresiones intelectuales de Pérez de Ayala son casi más lecciones de ingenio o de erudición que intentos de hacer reflexionar. El narrador (cualquiera de los varios que tiene la novela), o determinado personaje, de pronto, se plantea alguna cuestión de arte, filosofía, religión o sociedad (más o menos al hilo de la trama), le da un par de muletazos (algunas veces interesantes) y pasa a otra cuestión como dejando aquélla vista para sentencia. Y de ordinario no, ni mucho menos.
El lenguaje de muchos personajes y del narrador tiende a ser como el de los sainetes de Arniches: gente humilde empleando palabras grandilocuentes. Gracioso... al principio. Tiene la novela (en su estilo, sus personajes, la trama) un tono general caricaturesco que se me hizo cargante. También influye en hacer la novela pesada que hay momentos en que engancha el autor páginas y páginas sin un punto y aparte: ¡en una ocasión, hasta 14 páginas! No sé si Pérez de Ayala se había propuesto un reto personal o quizá fuera por ganar una apuesta.
Argumento esbozado: un zapatero, Apolonio, se disputa la clientela con otro, Belarmino, y pese a triunfar en la empresa, envidia al probre Belarmino por su (por otra parte, ridículo) prestigio intelectual. El hijo, seminarista, de Apolonio se enamora de la hija de Belarmino. Festival de desgracias personales.
En su parte final, cuando el protagonismo de los zapateros pasa a sus hijos (Agustias y Pedrito), la novela se tiñe de un clericalismo ridículo. Pérez de Ayala se interesa desmedidamente por la vida y la vocación de curas y frailes, por cómo viven, cómo piensan, cómo visten, cómo hablan. Muestra un evidente desagrado ante el mundo clerical que sale dibujado como ignorante, desgraciado o falso.
Un punto de vista despectivo, un prejuicio con tintes de obsesión, impropio de alguien culto y liberal. 2/5.
viernes, 5 de marzo de 2010
When knights were bold (1911), de Eva March Tappan
Llegué a este audiolibro de Librivox [más información aquí] curioseando otros libros que habían leído mis lectores favoritos. Me atrajo el título. When knights were bold es una entretenida presentación de la Edad Media para jóvenes norteamericanos.
El inglés que aparece me resultó dificilillo a veces porque incluye terminología de oficios, vestidos, costumbres, arquitectura, armas y armaduras, etc.
El libro presenta a los caballeros, los monjes, los cruzados, las peregrinaciones, los castillos, las fiestas, los mercados, las guerras. Todo con sencillez y coloreando la descripción con casos ejemplares divertidos; en ocasiones, un poco exagerados o insólitos. 4/5
martes, 2 de marzo de 2010
Disculpad mi ausencia
No me he muerto ni me pasa nada. He dejado ayunar un poco al blog en estos días de Cuaresma y se me está yendo la mano. También he pasado un pequeño achuchón de trabajo. Prometo volver por aquí.
Disculpas a los lectores. Y un saludo a todos.
Disculpas a los lectores. Y un saludo a todos.
sábado, 13 de febrero de 2010
Libro de su vida (1565), de Santa Teresa de Jesús
El estilo deshilachado de santa Teresa, con su castellano coloquial del siglo XVI, resulta un obstáculo para muchos lectores. Para mí es uno de los mayores atractivos de sus obras. También me divierte ese retrato casero, divertido y, al mismo tiempo, tenaz que hace de sí misma. La vida de santa Teresa es el recuerdo de una santa admirable en el momento más esplendoroso de la historia de España y va acompañado por unas consideraciones espirituales muy vibrantes, apasionadas, aparentemente asequibles.
La lectura de este libro convenció a Edith Stein para convertirse al catolicismo (luego se haría carmelita). Santa Teresa tiene garra, energía, y eso se percibe en sus escritos.
Para quien encuentre demasiadas dificultades con la versión original del Libro de su vida, le recomiendo entonces la excelente y amenísima biografía novelada de Marcelle Auclair.
jueves, 11 de febrero de 2010
El usurpador del Imperio (1957), de Rosemary Sutcliff
La editorial Plataforma, que editó hace poco El águila de la IX legión (mi comentario, aquí), ha vuelto a sacar otra novela de Sutcliff de la misma serie. Ya expliqué entonces que guardaba de tiempo atrás buen recuerdo de una novela juvenil de Sutcliff (Aquila, el último romano) que estaba en la colección Gran Angular. Ahora he descubierto que aquella era la tercera de esta saga. Los títulos en inglés son:
- The Eagle of the Ninth (1954)
- The Silver Branch (1957, la que estoy reseñando)
- The Lantern Bearers (1959, traducida con el título de Aquila...)
- Dawn Wind (1961)
- Sword at Sunset (1964)
- Frontier Wolf (1980).
Por añadir algo de información enciclopédica, pero de actualidad, os comento que de la primera están a punto de sacar una película.
Los personajes de El usurpador del Imperio son los nietos de los de El águila de la IX legión. Son todas novelas juveniles de aventuras ambientadas en Britania cuando el fin de la dominación romana. Con heroicos soldados britano-romanos como protagonistas y argumento de intrigas guerreras (son más bien para chicos). Y las novelas exaltan la valentía y la lealtad y la defensa de la civilización frente a la barbarie en unos tiempos de derrumbe. 4/5
lunes, 8 de febrero de 2010
Igual que las cerezas
Con los libros pasa como con las cerezas: un libro te lleva a otro. Lees un buen libro y piensas en otros del mismo autor; alguien te hace una buena recomendación y le pides más. Así he pensado "Villa Molina": pensando en lectores afines.
Cuando consulto Librivox a veces enredo para descubrir qué otros libros ha leído determinado lector y así he descubierto el que ahora empiezo a oír: When knights were bold, de Eve March Tappan. Una explicación de la Edad Media para niños norteamericanos que no han tenido Edad Media.
Cuando consulto Librivox a veces enredo para descubrir qué otros libros ha leído determinado lector y así he descubierto el que ahora empiezo a oír: When knights were bold, de Eve March Tappan. Una explicación de la Edad Media para niños norteamericanos que no han tenido Edad Media.
martes, 2 de febrero de 2010
La hora de los sensatos (2010), de Leopoldo Abadía
Aunque es un escritor cordial y bienhumorado, se pasa demasiadas páginas introductorias "mareando la perdiz", sin entrar en materia. Luego la materia consiste en sugerir cómo debería gobernarse y luego termina y aquí paz y después gloria.
Bueno, en fin. Ojalá alguien lo escuche. A mí me ayuda poco.
Es brevísimo y se me ha hecho largo. 3/5
sábado, 30 de enero de 2010
The visitor (2007), de Thomas McCarthy
Veo tan poco cine y tan tarde que no sé, la verdad, si aporta algo traerlo al blog. Pero, en la medida que las películas que veo van construyendo mi pequeño mundo, quiero dejar algún comentario aunque sólo sea para mí mismo, como recuerdo.
Impresionante película The Visitor.
Impresionante retrato del profesor Walter Vale. Muchas escenas son antológicas. Impresionante dignidad la de (¡todos!) los personajes de la película. Y fortísimo impacto el que se recibe cuando los personajes se sinceran y bajan de su pedestal o comparten el fardo de sus cargas interiores.
¡Director y guionista!: Thomas McCarthy es un hombre de gran talla. 5/5
miércoles, 27 de enero de 2010
Autorretrato con radiador (1997), de Charles Bobin
Hace dos años me descubrió José Ramón este librito que me impresionó tanto. Es un libro sencillo, un dietario de consideraciones íntimas del autor a lo largo de un año. Un libro de pequeñeces pero que resulta al final una grandísima obra. El comentario que escribí entonces lo tenéis aquí.
Hace un par de meses José Ramón volvió a enlazarme una nueva reseña sobre él (os la enlazo aquí y me parece vale la pena) y el libro renació en mi recuerdo.
El caso es que se lo he regalado a dos personas y a mí me he hecho el regalo de volver a leerlo. Le concedo además la categoría de favorito. 5/5
viernes, 22 de enero de 2010
Picnic en Hanging Rock (1975), de Peter Weir
He tenido ocasión de ver esta película tempranera de Peter Weir. Es un cineasta que sigo, porque me parecieron interesantes El club de los poetas muertos, El show de Truman y Master & Commander. También quería verla porque Picnic at Hanging Rock está ambientada en un colegio.
Se trata de una adaptación cinematográfica de un novela con el mismo título. Me temo que Weir se propuso hacer una buena adaptación más que una buena película. Y crear una atmósfera, más que contar una historia.
La trama gira en torno a la deaparición de tres alumnas y una profesora de un estricto colegio privado australiano durante una excursión campestre en 1900. Nadie sabe con seguridad lo que ha sucedido y la película intenta, por un lado, fomentar el misterio y la ambigüedad en torno a la desaparición y, por otro, mostrar cómo repercute el hecho en otras personas.
Weir carga la mano en ambientar el colegio como elitista y victoriano porque le interesa reflejar hasta qué punto las contradicciones del ser humano bullen dentro de esa apariencia formal, correcta de la educación (y, en particular, de la estricta educación inglesa).
La directora del Colegio es un precedente femenino del director de El club de los poetas muertos (que, por cierto, era también un colegio inglés localizado fuera de Inglaterra). Hay algunos temas comunes entre ambas: la poesía, la amistad, el suicidio.
Hermosa de imágenes, lenta, falta de argumento. 3/5
jueves, 21 de enero de 2010
Life of Cicero (1880), de Anthony Trollope
En busca de algo de Trollope editado en Librivox para oír, pensé en The way we live now pero era larguísimo y no me gustaba el acento de la lectora única. En cambio Life of Cicero (aquí el volúmen I) era más breve y lo lee una mujer con una voz y un acento mucho más agradables. Además el tema que trata me interesa y lo conozco.
Me he encontrado de propina que el texto está salpicado de palabras e incluso frases completas en latín, leídas con ese fuerte acento inglés inestable que las hace un poco macarrónicas y divertidas.
La biografía es amena. La vida de Cicerón es muy agitada y se desarrolla en la capital del mundo, entre figuras de talla magnífica y en un momento de fuerte crisis. Cicerón tiene la desgracia de ver hundirse un sistema político que admiraba.
En esta obra, Trollope sigue fundamentalmente las cartas y los discursos de Cicerón para ir reconstruyendo su vida y su personalidad. Dialoga también con otros biógrafos anteriores (en exceso) y discute sus opiniones. Aparentemente es ecuánime.
En la parte final del libro hace un repaso de las obras de pensamiento y explica la filosofía y llas creencias religiosas de Cicerón a quien Trollope considera un precristiano (un cristiano anterior a Cristo). Recuerdo que esta impresión también se saca de la excelente novela biográfica de Taylor Caldwell sobre Cicerón: La columna de hierro.
Con vistas a oír libros de Librivox, ha sido una buena experiencia oír un ensayo porque sufro menos cuando no entiendo algo o cuando descubro que llevo un rato sin atender.
Me he encontrado de propina que el texto está salpicado de palabras e incluso frases completas en latín, leídas con ese fuerte acento inglés inestable que las hace un poco macarrónicas y divertidas.
La biografía es amena. La vida de Cicerón es muy agitada y se desarrolla en la capital del mundo, entre figuras de talla magnífica y en un momento de fuerte crisis. Cicerón tiene la desgracia de ver hundirse un sistema político que admiraba.
En esta obra, Trollope sigue fundamentalmente las cartas y los discursos de Cicerón para ir reconstruyendo su vida y su personalidad. Dialoga también con otros biógrafos anteriores (en exceso) y discute sus opiniones. Aparentemente es ecuánime.
En la parte final del libro hace un repaso de las obras de pensamiento y explica la filosofía y llas creencias religiosas de Cicerón a quien Trollope considera un precristiano (un cristiano anterior a Cristo). Recuerdo que esta impresión también se saca de la excelente novela biográfica de Taylor Caldwell sobre Cicerón: La columna de hierro.
Con vistas a oír libros de Librivox, ha sido una buena experiencia oír un ensayo porque sufro menos cuando no entiendo algo o cuando descubro que llevo un rato sin atender.
domingo, 17 de enero de 2010
miércoles, 13 de enero de 2010
sábado, 9 de enero de 2010
El impostor (2008), de Jeffrey Archer
Esta novela es lo que en cine viene a llamarse un remake. El impostor es un remake de El conde de Montecristo pero actualizada a Inglaterra hoy. Un joven es condenado injustamente a cadena perpetua y logra escapar (influencias en esto también de la serie Prison break) y castigar a los responsables.
Me quejaba, después de leer Africanus, de la narración efectista y voy y me meto en un thriller. Pero leo tan pocos libros de este género que, cuando me hablan bien de uno, me gusta poner a prueba mis prejuicios.
Y me hablaron bien de El impostor. Me dijeron que era ameno y estaba cargado de sorpresas. Lo cierto es que me enganchó y me lo pasé bien leyéndolo pero... en su género.
Me explico un poco: las primeras 200 páginas son terriblemente artificiosas. Me recordó a una obra teatral de ésas en que se suplanta a un personaje (me viene ahora a la memoria sólo Los árboles mueren de pie pero mientras leía pensé en otra). Si el lector acepta los planteamientos de la novela (muy, muy forzados), a partir de esos presupuestos, como si se tratara de una partida de ajedrez, empieza un desarrollo imaginativo y emocionante dentro de las convenciones del género. 3/5
martes, 5 de enero de 2010
Algunas frases espigadas
Una de las razones que me mantuvo leyendo Africanus (mi comentario, aquí) cuando se me estaba atragantando fue el proyecto de ir escogiendo las frases más indigestas para luego dejar constancia de ellas en mi comentario. Aquí os dejo cuatro de los mejores momentos. Hay otras como éstas:
De pronto, desde el valle un aullido roto de dolor y furia llegó trepando por las laderas. Los más jóvenes sonrieron. Sin duda habían matado a alguien importante. Los más mayores sintieron en la zozobra que transmitía aquel grito malos presagios para el futuro. (40)
Ambos salieron de la estancia dejándola vacía: sobre la mesa unos planos de sur de la Galia, una brisa suave entraba por las ventanas, venida del mar, fresca, inocente, inconsciente de la guerra que se fraguaba en sus costas. (125)
Fabio Máximo lanzó una sonora carcajada que retumbó por entre las peñas que descendían por el abrupto desfiladero. (265)
Abrazados los dos, escuchando el son intermitente y rítmico de la intensa lluvia impactando sobre el impluvium del atrio, cayeron profundamente dormidos. Emilia soñó que tenía otro hijo: un varón. Publio soñó también con que tenía un hijo varón, pero éste era ya mayor y un mensajero, venido del frente, traía la peor de las noticias posibles, peor aún que la muerte. (520)
De pronto, desde el valle un aullido roto de dolor y furia llegó trepando por las laderas. Los más jóvenes sonrieron. Sin duda habían matado a alguien importante. Los más mayores sintieron en la zozobra que transmitía aquel grito malos presagios para el futuro. (40)
Ambos salieron de la estancia dejándola vacía: sobre la mesa unos planos de sur de la Galia, una brisa suave entraba por las ventanas, venida del mar, fresca, inocente, inconsciente de la guerra que se fraguaba en sus costas. (125)
Fabio Máximo lanzó una sonora carcajada que retumbó por entre las peñas que descendían por el abrupto desfiladero. (265)
Abrazados los dos, escuchando el son intermitente y rítmico de la intensa lluvia impactando sobre el impluvium del atrio, cayeron profundamente dormidos. Emilia soñó que tenía otro hijo: un varón. Publio soñó también con que tenía un hijo varón, pero éste era ya mayor y un mensajero, venido del frente, traía la peor de las noticias posibles, peor aún que la muerte. (520)
viernes, 1 de enero de 2010
Africanus. El hijo del Cónsul (2008), de Santiago Posteguillo
Esta novela cuenta la juventud de Escipión el Africano. Es una novela larga (casi 700 páginas) pero fácil de leer y entretenida. Descubrí por cierto que dos alumnos míos (16 y 17 años respectivamente) ya la habían leído. Dos alumnos de esos que te sorprenden. Índice de que hay más lectores por ahí, seguro. El hallazgo corrige todavía más mis prejuicios sobre la lectura juvenil (mis prejuicios eran ya menos negativos de lo que se estila).
Volviendo a la novela: no me ha gustado. A la altura de la página 300 me pensé muy seriamente si seguir leyéndola o no. Se me había ido haciendo más y más antipática. Luego se volvió un poco más amena y se me pasó el disgusto.
¿Defectos? Básicamente diría que es una novela efectista: constantes presagios subrayan deseos y temores y anticipan los acontecimientos. Los personajes, esto sobre todo, están muy estereotipados, son buenos-buenos o malos-malísimos como los personajes de una de vaqueros.
¿A favor? La novela se lee con amenidad. Me atrae además que trata un periodo de la historia de Roma que para mí era confuso (los albores del siglo II a.C.). He asentado cronológicamente a Aníbal, a Arquímedes, a Plauto y a los Escipiones.
Tenía cierto deseo de ver la historia de Roma desde el punto de vista de Escipión, el oponente político de Catón (propósito del que hablaba después de haber leído Catón el viejo de Corti. Mi comentario, aquí). Resulta imposible porque en esta novela los antagonismos son ridículos, se parece al enfrentamiento de Blancanieves y su Madrastra.
Volviendo a la novela: no me ha gustado. A la altura de la página 300 me pensé muy seriamente si seguir leyéndola o no. Se me había ido haciendo más y más antipática. Luego se volvió un poco más amena y se me pasó el disgusto.
¿Defectos? Básicamente diría que es una novela efectista: constantes presagios subrayan deseos y temores y anticipan los acontecimientos. Los personajes, esto sobre todo, están muy estereotipados, son buenos-buenos o malos-malísimos como los personajes de una de vaqueros.
¿A favor? La novela se lee con amenidad. Me atrae además que trata un periodo de la historia de Roma que para mí era confuso (los albores del siglo II a.C.). He asentado cronológicamente a Aníbal, a Arquímedes, a Plauto y a los Escipiones.
Tenía cierto deseo de ver la historia de Roma desde el punto de vista de Escipión, el oponente político de Catón (propósito del que hablaba después de haber leído Catón el viejo de Corti. Mi comentario, aquí). Resulta imposible porque en esta novela los antagonismos son ridículos, se parece al enfrentamiento de Blancanieves y su Madrastra.
[He escrito una entrada con algunas frases selectas, aquí.]
No estoy seguro de si me leeré las continuaciones. 3/5.
No estoy seguro de si me leeré las continuaciones. 3/5.
[Edito la entrada para explicar el primer comentario que hice: recibí un comentario anónimo de alguien que se sintió ofendido por la crítica anterior y respondió con dureza. Ahora su comentario ha desaparecido. Supongo (descubro ahora) que el autor de un comentario (incluso siendo anónimo) tiene siempre potestad para suprimirlo cuando le dé la gana. No sé por qué me molesté en contestar. Para no echar a perder lo que escribí, explico el sentido de mis observaciones.
1 y 2. Me decía que los personajes de la novela no eran planos. Pero lo justificaba mostrando que el protagonista evolucionaba en los otros libros de la trilogía. Quizá evolucione pero debe de ser entre libro y libro. No en el que yo leí.
3. es porque, para desautorizar mi opinión, se escandalizaba de mi mucha ignorancia (mi ignorancia es infinita, la verdad) y proponía que mis alumnos me explicasen a mí (en algunas cosas, también con razón). También me llamaba mentiroso por decir que dos alumnos habían leído el libro (?).
4. Visto que a su juicio estaba claro que yo mentía, también quedaba claro que envidiaba el éxito del autor y por eso había escrito una valoración negativa del libro.
5. Entro al trapo y me enfado ante algún comentario escatológico sobre mis opiniones. Fin de la edición]
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