lunes, 29 de septiembre de 2008

Palacio, injustamente olvidado

Las tesis doctorales de Literatura española sobre autores de segunda fila (no suelen hacerse tesis sobre Cervantes o Calderón, lógicamente), suelen empezar diciendo que el autor en cuestión "ha sido injustamente olvidado".
Esto no es una tesis doctoral. Armando Palacio Valdés no es un autor de segunda fila y él sí ha sido injustamente olvidado.
De Armando Palacio Valdés hay pocas obras fáciles de encontrar. Se editan José (Cátedra), La espuma (Castalia) y La aldea perdida (Austral), pero incluso éstas a veces están agotadas. Yo conseguí en la Cuesta de Moyano ediciones antiguas de algunas otras. Así he podido leer también La hermana San Sulpicio, La fe, La alegría del capitán Ribot, El cuarto poder, Tristán o el pesimismo, Riverita y ahora Maximina. Tengo dos o tres más esperando. En agosto, en una tienda de libros usados de La Coruña, compré por dos euros El maestrante. He leído alguna crítica muy adversa sobre esta novela pero al menos la leeré en una buena edición. Maximina, he tenido que leerla, en cambio, en una edición infame de la colección Austral, de letra minúscula y con fallos de impresión. Leerla ha sido una tarea hercúlea y he arriesgado la vista en el empeño.
Ahora me ilusiona lograr un volumen de Obras Escogidas (editorial Aguilar, encuadernado en piel) donde figura alguna otra más.

jueves, 25 de septiembre de 2008

En África piden ayuda

Crispal transmite una petición de ayuda desde el Congo. Yo aprendo mucho con su blog (y me lo paso muy bien) y, como pide que la rebotemos, me siento en la obligación. Por si alguien pasa por aquí y puede echar una mano, os pego el link:
http://crispal.blogspot.com/2008/09/llamamiento.html

martes, 23 de septiembre de 2008

Los amigos de la muerte

El gobierno de Zapatero se lanza a marchas forzadas a aprobar el aborto libre. De vez en cuando mencionan también la eutanasia, incluso defienden el suicidio y les pirra la investiación sobre embriones humanos...
Estos progres tienen un serio problema con la vida y su soberbia les lleva a imponérselo a todos.
¡Oye, Zapatero, déjame vivir!, ¡déjales vivir!: que los demás no tienen la culpa de tus amarguras.
¡Qué sociedad más triste tenemos y qué siniestra va a ser!

domingo, 21 de septiembre de 2008

Invitados al teatro

Luis (antiguo alumno) me pasa esta invitación para el teatro:

Obra: "Hook"
Compañía: No damos crédito.
Lugar: Aula Magna de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid. C/ Arzobispo Morcillo s/n
Días: 23, 24, 25, y 26 de octubre.
Hora: 19.00
Precio: gratis.


Os invito a ir. En el cartel figuran unas fechas de una representación anterior. Estamos hablando de octubre, ¿vale? (no digáis que lo avisan sin tiempo).
Si echáis un ratillo por Youtube, hay vídeos del evento.
Es teatro. Compensa. Recompensa.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Maximina (1887), de Armando Palacio Valdés

Maximina es la continuación de Riverita. Riverita es una novela de formación (infancia y juventud del protagonista); Maximina arranca donde otras novelas concluyen: con la boda.
Miguel Rivera es un hombre bien situado en la sociedad madrileña, pragmático, un poco exaltado y un poco cínico y descreído. Su mujer, Maximina, es jovencísima e ingenua, hermosa, sensible y piadosa, casi una niña. Maximina encaja con dificultad en la sociedad urbana dominada por las apariencias y la afectación. Es un remanso de idealismo y amor limpio en un entorno mundano. Como un don Juan ante doña Inés, Miguel contempla desconcertado el amor que le tiene su mujer y percibe que se encuentra ante un don de Dios. Maximina era también el nombre de la esposa de Armando Palacio Valdés, fallecida dos años antes de publicar esta novela.
El libro avanza, sin grandes brillos ni oscuridades, haciendo costumbrismo de la vida burguesa del Madrid de la segunda mitad del sg. XIX, más bien anodino, hasta que afrontamos el final. En las últimas treinta páginas reúne el autor varios acontecimientos apasionados (algunos en los que se percibe la fuerza de lo autobiográfico) y la novela gana mucho peso y entidad. Me deja un buen recuerdo.
4/5.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

¿Perdonar a los prisioneros?

Y entonces la hiena comenzó a reír. ¿De acuerdo con el cambio? ¿De acuerdo con que su enemigo se convirtiera en deán y recibiera mil doscientas libras al año? Cuando Medea describe las costumbres de su país de origen (y cito de la edición de Robson), le asegura a su atónito oyente que, en su tierra se comen a todos los prisioneros. “¿Vosotros los perdonáis?”, pregunta Medea, a lo que el gentil griego responde: “Pues claro que sí”. “¡Pues nosotros nos los comemos!”, afirma la de la Cólquida con rotunda energía. La señora Proudie era la Medea de Barchester, y pensaba comerse al señor Slope. ¿Perdonarlo? ¿Sólo librarse de él? ¿Hacerlo deán? Eso no era lo que hacía la gente como ella con los prisioneros en su país. Que no esperara el señor Slope semejante misericordia de ella, porque lo iba a roer hasta los huesos.
(Anthony Trollope. Las torres de Barchester)

lunes, 15 de septiembre de 2008

Things we lost in the fire (2007), de Susanne Bier

Las cosas que perdimos en el fuego
Susanne Bier,esta cineasta danesa, me había impresionado con Después de la boda y ahora ha vuelto a hacerlo, más todavía, con esta película, grabada ya en Estados Unidos y en inglés.
Tanto en la película anterior como en ésta elige como protagonistas insólitos matrimonios felices, de esos que dan envidia por su estabilidad y el amor que se manifiestan. Y a ese matrimonio lo zarandea con la adversidad. Alrededor encontramos los restos del naufragio social: personajes solitarios, desorientados, vidas rotas... y los acontecimientos fuerzan el encuentro de esos dos universos (el mundo feliz y el desolado).
En lo que se refiere a sus personajes, esta mujer tiene una "mirada cervantina": todos sus personajes están dotados de una gran dignidad, todos son amables, por muy "hechos polvo" que parezcan. Y además sus historias tratan precisamente de redenciones.
Los guiones son morosos, detallistas, muy medidos. La estructura temporal se rompe con frecuencia, volviendo al pasado una vez y otra, pero no es una muestra de ingenio o de efectismo. Es que va dando vueltas a la misma situación pero en cada vuelta sabemos más. Esa densidad admira; es un gozo para el espectador. Sana el daño causado por el ambiente de superficialidad generalizada y, en particular también, por tanto cine superficial.
Me disgusta un poco que en sus películas sea también recurrente la indiscreta filmación de intimidades conyugales. In-necesario. Por lo demás im-presionante.
5/5.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Las torres de Barchester (1857), de Anthony Trollope

He podido comprobar que Trollope es un escritor muy fino y divertido. Es un digno seguidor de Thackeray. En esta novela (la primera de Trollope que leo hasta la fecha) el argumento no es importante, a veces incluso lo desvela el propio autor. Su novela es un reflejo de la vida social: que si tal clérigo consigue o no cierta parroquia, que si cierta viuda con buena dote se casa con éste o con aquél: poca cosa; una ocasión para analizar personalidades, describir maniobras, errores, malentendidos y aciertos, y buenos diálogos. Hablamos, claro, de clases altas provincianas que viven de rentas y beneficios, como suelen ser los protagonistas de las novelas inglesas del XIX. La lectura no era apremiante, no me"enganché", pero siempre he vuelto al libro con ganas (¡y eran 600 páginas!). Trollope me ha ganado como lector (y hay mucho Trollope, aunque en español poco).

Una cita del libro aquí. Otra aquí. 4/5.

jueves, 11 de septiembre de 2008

¡A la carga!

Hoy empiezan las clases. Retomando la imagen de Sísifo de la que hablaba Bueb (aquí) en su Elogio de la disciplina, durante el verano se ha venido abajo la pelotita y ahora toca volverla a subir.

Tomo aire, me mentalizo y... ¡a por ellos!

Tengo casi las mismas horas de clase que cuando empecé a trabajar. Tengo mucha más experiencia, un poco menos de ilusión y bastante menos de resistencia física. Va a ser un curso duro (todos lo son). Espero que no me falte la sonrisa.

martes, 9 de septiembre de 2008

Criticar no es difícil

Es tan fácil condenar --dijo el señor Arabin, continuando con el hilo de sus pensamientos--. No se me ocurre vida más agradable que la de un periodista o la de un destacado miembro de la oposición, siempre arrojando acusaciones contra quienes están en el poder, siempre mostrando el peor lado de las cosas, siempre encontrándole faltas a todo, siempre indignados, sarcásticos, jocosos, moralistas o altaneros, siempre maldiciendo con falsas alabanzas o machacando con descaradas calumnias. No hay cosa más fácil de hacer cuando el crítico no es responsable de nada. Usted condena lo que hago pero, póngase en mi lugar y veamos si, al girar las tornas, no la puedo condenar yo a usted.
(Anthony Trollope. Las torres de Barchester)

domingo, 7 de septiembre de 2008

Una buena crítica de Botchan

Me pasa Inma una reseña como Dios manda de Botchan , la novela japonesa de principios de siglo XX que leí este verano. Es una buena crítica (aquí), no como la mía. Y la añado a la entrada que hice en su día, para que la gente aprenda.

viernes, 5 de septiembre de 2008

El varón vuelve a la cueva

Os lo contaba el otro día (aquí). Los chicos están sensiblemente más perdidos que las chicas en el bosque de la ESO. Dentro de los datos, lamentables, del fracaso escolar en España (sea esto del fracaso lo que sea... ¡a saber a qué están llamando fracaso!); dentro de esos datos, digo, los resultados de los chicos son peores que los de las chicas.
Echad si no un vistazo a esta referencia (aquí).
Por si se pierde el enlace, os dejo la cita en la que me he fijado:
"...la estadística se ensaña principalmente con los estudiantes varones ya que el 48,1% de esta comunidad [Comunidad Valenciana] no consigue sacar adelante el graduado escolar frente a las estudiantes, con un 30,8% que no llega."
Los varones, acomplejadillos, se dedicarán a hacer el payaso o el gamberro. Es casi un 20% de diferencia dentro de la misma Comunidad. Es el futuro que viene.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

El camino a casa (1999), de Yimou Zhang

He vuelto a ver la película este verano y me ha vuelto a gustar mucho. Es una maravillosa historia de amor, pobre y simple, en China, entre un maestro rural y una campesina. La película es un prodigio de colores, el paisaje es espléndido y los personajes son pocos y humildes pero el amor que se tienen es tan hermoso que dignifica al espectador, a la humanidad entera.
He visto otras películas de Yimou Zhang (Ni uno menos y Hero, por lo menos, que recuerde), pero esta es mi favorita. Y además se trata de un homenaje a un profesor.
5/5.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Ya estoy aquíííí

Estoy de vuelta

Empecé este blog en septiembre pasado. Salvo excepciones, fui poniendo una entrada por día hasta que llegó el mes de julio. Desde entonces, he caído en el desorden y la pereza mental. Pido disculpas al que se haya pasado por aquí sin encontrarme.
Ya estoy de vuelta. Si no bueno, intentaré al menos ser regular.