Antígona, hermana de los difuntos Eteocles y Polinices, contraviene la orden del gobernador Creonte quien había ordenado no enterrar a Polinices por haberse enfrentado a la ciudad y a los dioses. Antígona es condenada a morir pues desafía esta orden pensando en agradar a los dioses por encima de cumplir leyes (que considera impías). Hemón, su prometido e hijo de Creonte, trata de mediar y hacer recapacitar a su padre, pero éste se irrita desmedidamente con su hijo. El resultado de estos enfrentamientos es terriblemente trágico.
Hace ya muchos años de la lectura de esta tragedia pero recuerdo que me sorprendieron dos cosas, sobre todo: la vigencia de los planteamientos éticos que Sófocles presenta y la fuerza con la que Sófocles caracteriza incluso a los personajes más secundarios.
2 comentarios:
Y tan vigentes, con Gobiernos-Creonte como el que padecemos. Mira la EpC.
Saludos.
Efectivamente.
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