…el reloj produce el efecto de disociar el tiempo de los acontecimientos humanos y de esta manera alimenta la creencia en un mundo independiente de secuencias matemáticamente mensurables. (…) En este proceso, hemos aprendido a ser irreverentes hacia el sol y las estaciones, dado que en un mundo hecho de segundos y minutos, se suplanta la autoridad de la naturaleza.
(Neil Postman, Divertirse hasta morir, pg. 17)
Me encontré esta cita en el interesante libro que estoy leyendo. Siempre me ha interesado el efecto que el reloj tiene en la vida humana. Siempre me ha resultado especialmente desagradable verme sometido a su dictadura. Muchas veces he imaginado con añoranza épocas de la historia en que el tiempo no se podía medir con precisión. Esta parcelación cuadriculada del día que los relojes crean permite una prodigiosa exactitud y facilita sincronías, pero genera por contra estrés y tensión sobre las acciones (p.ej. “te quedan sólo cuatro minutos…”).
¿Alguien puede sugerirme alguna lectura al respecto?
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