lunes, 24 de noviembre de 2008

The Emperor's Club (2002), de Michael Hoffman

Puse esta película entre las medianejas que tratan sobre educación porque me disgustó mucho un punto importante del argumento.
Las películas (como las obras de teatro) exageran inevitablemente aspectos de la realidad para desarrollar rápido un conflicto y poder resolverlo en poco tiempo y a mí me desagradó el retrato caricaturesco del padre del protagonista. Sin embargo, no es algo importante. De hecho, más caricaturesco es el padre que aparece en Dead Poet's Society (El club de los poetas muertos) y la película me pareció más interesante.
Lo que me resulta antipático en El club de los emperadores es todo el final: la fiesta de reencuentro de los personajes. Un concurso cultural sobre el mundo clásico tiene sentido en la etapa escolar pero es un acontecimiento forzado y ridículo entre profesionales. Más ridículo aún es que alguien recurra a la trampa en esa reedición. Y muy, pero que muy ridículo, el sistema empleado para copiar y la manera en que se descubre todo. Torpísimo.
Además de que en The Emperor's Club se propugna un cierto rigorismo moral cuando se censura con tanta dureza al profesor por haber alterado un poco la nota de un examen y haciéndolo responsable por ello en alguna medida de los acontecimientos posteriores. Me parece (quizá no lo sea) un resabio de puritanismo. En cualquier caso transmite sofoco.
3/5.

No hay comentarios: