Ya he hablado otra vez de la autobiografía de Capra: El nombre delante del título (aquí). Otra de las historietas más divertidas (y, probablemente, exageradas) que Capra cuenta allí es la de la entrega de los Oscar en 1934. Capra explica que se consideraba favorito para ganar, entre otros premios, el de mejor director. El presentador adelantó que el ganador de ese año era muy joven pero valioso y terminó la presentación con un: "¡Enhorabuena, Frank!". Frank Capra se levantó emocionado y avanzó hacia el estrado abriéndose paso entre mesas y piernas, hasta que descubrió que el premio había sido para Frank Lloyd por su película Cabalgata. Tuvo entonces que deshacer el camino recorrido en medio de un bochorno mayúsculo y se prometió no volver nunca a una ceremonia de los Oscars. No cumplió su promesa, claro. Creo que ganó el Oscar del año siguiente.
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