Antiguamente famoso era un adjetivo: había "artistas famosos", "famosos científicos", "deportistas famosos". Creo que allá por los años 70 empezó a usarse como sustantivo: "un famoso" o, ahora, ya incluso una selva de famosos.
Bajo la etiqueta de "famoso" a secas cabe lo mismo un empresario de éxito que un asesino múltiple, un científico, un gracioso o un torero. Pero caben también (por irradiación, digamos) la mujer del torero, el hijo del torero o una exnovia desvergonzada ya sea del torero, de su hijo o de su mujer...
Estas personas obtienen el carné de famoso cuando alcanzan notoriedad. Punto. La notoriedad es como una cumbre. Una vez que llegas, no importa mucho la ruta por la que hayas llegado. Todos los que llegan provocan admiración y se equiparan (¡son famosos!). Una consecuencia de esto es, por ejemplo, que sus opiniones cuentan aunque no tengan ni idea del tema sobre el que opinan.
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