No he podido ponerme hasta esta tarde al ordenador y me da pena que se me pase el día sin conmemorar de algún modo la beatificación de los 498 mártires españoles. No quiero colocaros un sermón pero sí rendirles un homenaje. El saludo (breve) de Benedicto XVI a los peregrinos de la beatificación, aquí.
Siento, ante estos hombres y mujeres, agradecimiento y orgullo. Me siento también responsable de tratar de imitar en mi vida la ejemplaridad y el amor con que ellos afrontaron su muerte.
Los considero mis hermanos mayores y estoy muy orgulloso de ellos.
Hermanitos, no dejéis de interceder un poco por vuestros paisanos del siglo XXI.
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