El suelo está pintado de amarillo y no hay más alfombra que la que está frente al sofá. El papel pintado es de color chocolate, casi negro; y eso es para que tras muchos años de uso no se vea la suciedad y no tener que cambiarlo. La suciedad es como la maldad, ¿sabe, señorita Minora? No importa que esté ahí; sólo nos avergonzamos cuando se hace tan evidente que puede dar que hablar a los demás.
(Elizabeth Von Arnim, Elizabeth y su jardín alemán)
No hay comentarios:
Publicar un comentario