jueves, 22 de noviembre de 2007

Dichoso es cualquier casado…

Hablando de Orfeo y Eurídice, mirad cómo se burla Quevedo de su historia. También se burla de las mujeres (alguna mala experiencia, ¡qué sé yo!), pero yo lo traigo aquí por la parodia del mito que comentábamos ayer. Los artistas del barroco son a veces muy gamberros y Quevedo especialmente. En su romance “Orfeo y Eurídice”, Orfeo es elevado a paradigma del esposo feliz… porque enviudó dos veces. ¡Qué mala idea!

Orfeo por su mujer,
dicen que bajó al Infierno;
y por su mujer no pudo
bajar a otra parte Orfeo.
Dicen que bajó cantando
y por sin duda lo tengo,
pues en tanto que iba viudo,
cantaría de contento.
(…)

Al fin pudo con su voz
persuadir los sordos reinos;
aunque el darle a su mujer
fue más castigo que premio.
Diéronsela lastimados,
pero con Ley se la dieron:
que la lleve y no la mire,
ambos muy duros preceptos.
(…)

Volvió la cabeza el triste;
si fue adrede, fue bien hecho;
si acaso, pues la perdió,
acertó esta vez por yerro.
(…)

Dichoso es cualquier casado
que una vez quedó soltero;
mas de una mujer dos veces,
es ya de la dicha extremo.

No hay comentarios: