Como estamos en noviembre, os dejo este hermoso soneto otoñal dedicado a la muerte. Me gusta especialmente el primer terceto: Tengo ya el pino, tengo la madera...
Sé que vendrás de noche o de mañana
con andar presuroso o paso lento,
la lengua muda o largo el parlamento,
la cita urgida o la demora vana.
Entrarás por la puerta o la ventana
disfrazada de huésped o de viento,
como final de fiesta o nacimiento,
siempre lejana o siempre tan cercana.
Tengo ya el pino, tengo la madera,
el olor de una rosa contratado
y una mortaja de alas para el viaje.
Tengo la piedra que la fecha espera,
la fosa abierta y el cajón cerrado,
lo que no tengo es nada de equipaje.
(Joaquín Antonio Peñalosa, Un pequeño inmenso amor)
1 comentario:
Bello soneto
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