miércoles, 14 de noviembre de 2007

La soledad del gangster

Algunas veces imaginé su soledad como la de un gangster de cinematógrafo que, no bien ha enviado sus hombres al crimen, se queda solo en su estudio monumental, aspira el olor de una gardenia y ejecuta luego tiernamente una sonata de Beethoven en su larguísimo piano de cola.


(Leopoldo Marechal. Adán Buenosayres)

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