En España una banda de asesinos sin escrúpulos (ETA) lleva 40 años hostigándonos por razones políticas.
Hay muchas vidas rotas y familias injusta y cruelmente golpeadas por ellos.
Y luego estamos nosotros, los demás, los que no somos ni verdugos ni víctimas.
Los demás podemos ser observadores o alistarnos a un bando del "conflicto".
Yo, en esto, sin serlo, me considero una víctima (y además en realidad lo soy: víctima potencial).
Mañana Dios mediante estaré en la manifestación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo a las 17.00. Porque la AVT pide ayuda y estar junto a las víctimas me parece la única postura digna en esta desgraciada historia.
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